Sailor Moon M X HM

CAPÍTULO 4: NOS AYUDAN LAS EXTERIORES, VUELVE UNA ESTRELLA

En este capítulo al fin veremos a Seiya.

En esta mañana Usagi iba junto a su hermano Shingo hacia el instituto. Era el último día del curso y empezarían las vacaciones de primavera. Y poco después un nuevo año académico. Shingo iba tranquilo ya que había sacado buena nota en los exámenes y sabía que lo aprobaría todo, pero Usagi en cambio iba preocupada por las notas que sacaría, aunque también iba pendiente por si Mamoru volvía a llevar en la moto a Aiko.

- ¿Por qué vienes conmigo tonta? - inquiría su hermano.

- ¡Encima que te acompaño te quejas! - se excusaba Usagi.

- Es una tontería pasar por mi instituto, darás mucho rodeo idiota...- le discutía Shingo -. Ah claro pero tu vienes para espiar a Mamoru que trae a Aiko.

- Me pilló.

- Celosa...

En ese instante una moto paraba justo en la entrada de la escuela donde ya habían llegado los chicos. Entonces Usagi se fijó que en ella iba Aiko, así que sin antes fijarse mucho en la moto se imaginó que venía Mamoru.

- ¡Buenos días Mamoru! - saludó al instante.

Aiko bajó de la moto, se quitó el casco y se lo dio a la persona que la había traído. Cuando Shingo la miró no pudo evitar que un ligero rubor apareciera sobre sus mejillas.

- Muchas gracias por traerme - agradeció con los mofletes sonrojados, estaba encantada con la persona que la había traído al instituto.

- No ha sido nada - le respondía mientras se quitaba el casco.

- ¡¡Haruka!! - exclamó Usagi sorprendida -.

¿Conoces a esa chica?

- La verdad es que acabo de conocerla ahora mismo - le aclaró su amiga Haruka (Sailor Urano), una hermosa chica rubia de pelo corto y ojos azules, solía vestir con ropas de chico pero le quedaban de miedo.

- Bueno veréis es que. . .

Recuerdo de Aiko:

Aiko y Mamoru se encontraban en la calle al lado de su casa. Mamoru estaba mirándole el motor a la moto, al parecer se había estropeado.

- Imposible, así no arrancará - lamentaba Mamoru.

- Genial, voy a llegar tarde el último día de clase - se resignaba Aiko.

Otra moto se paró al lado de los dos, era Haruka.

- Mamoru, ¿qué tal?, ¿te has mudado? - saludó Haruka.

- Hola Haruka - saludó sonriente -. Si me mudé hace poco.

- ¿Qué le pasa tu moto?, ¿está rota?

- Eso parece. Iba a llevar a esta niña al colegio, pero tendrá que ir andando. Es una pariente mía.

- Y llegaré tarde - sollozaba Aiko.

- Si quieres te llevo pequeña.

Aiko se ruborizaba pensando: "¿Quién será ese chico tan guapo?". Y enseguida aceptó montándose en su moto.