CAPÍTULO 2: ¿FAMILIARES DE MAMORU?, APARECE OTRA SINGULAR GUERRERA

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Ya era de noche, hora de irse a dormir, Usagi entraba en su habitación acabada de salir de la ducha, ya con el pijama puesto. Luna se encontraba sobre la cama, Usagi apago la luz y fue a cerrar la ventana, pero antes pudo contemplar un hermoso cielo estrellado.

-          ¡Oh mira ven Luna!, hoy las estrellas tienen un brillo especial, que bonito – sonreía Usagi, la gata se acercó como le dijo su dueña.

-          Tienes razón hoy el cielo está hermoso.

Miraban al cielo maravilladas, no siempre se veían tan bien las estrellas a causa de las luces de la ciudad, pero hoy parecía distinto. Observaban el cielo embobadas como si estuvieran encantadas por aquellas estrellas, cuando repente, surcó el cielo una estrella fugaz. Usagi parpadeo, su mirada se volvió nostálgica.

-          ¿¡Usagi la has visto!?, ¡una estrella fugaz!, ¿te dio tiempo de pedir un deseo? – decía Luna con excitación.

-          No, ya no pienso en deseos cuando veo una estrella fugaz - decía Usagi -. Para mí son como recuerdos – hizo una pausa manteniendo una leve sonrisa en sus labios, mientras Luna la contemplaba extrañada,después prosiguió -. Anda Luna vámonos ya a la cama.

 

CAPÍTULO 2:

 

¿FAMILIARES DE MAMORU?,

             APARECE OTRA SINGULAR GUERRERA

 

Las chicas (Usagi, Ami, Rei, Makoto, Minako y Hotaru), Artemis y Luna se hallaban reunidos en la sala que siempre habían utilizado para el estudio en casa de Rei. Cada cual se ocupaba de una cosa distinta, entretanto escuchaban música por la radio también. Usagi, Minako y Rei ojeaban una revista de cantantes famosos mientras comían patatas fritas de un plato en la mesa, Artemis también comía patatas, Ami intentaba explicar a Makoto un problema de matemáticas, Luna hacía ya un buen rato que intentaba explicar porque habían aparecido nuevos enemigos y Andrea era la única que atendía a Luna.

-          ¡¡Queréis escuchadme de una vez!! – grito Luna muy furiosa.

Las chicas no rechistaron, de inmediato abandonaron sus respectivas actividades y prestaron atención a Luna. Todas menos Artemis que seguía comiendo patatas sin parar como si Minako hiciera tiempo que no lo alimentara.

-          ¿Pero qué fue exactamente lo que pasó el otro día? – inquirió Ami.

-          Ni siquiera Usagi y yo que estábamos presentes estamos muy seguras de quienes eran los enemigos – aclaró Rei.

-          Yo no me enteré de nada - añadió Usagi con los brazos levantados poniendo las palmas de las manos hacia arriba.

-          Tu como siempre – le riñó Rei.

-          ¿Para qué creéis que estoy aquí si no es para explicároslo? ¡Y tú deja de comer Artemis! – le ordenó Luna bastante enfadada partiéndole el plato de patatas en la cabeza.

-          Que daño – se lamentaba el pobre Artemis.

-          Bueno chicas escuchadme – insto la gata -. Desde nuestro pasado en la luna, antes de vosotras renacer como sailors en este presente, estábamos advertidos que os enfrentaríais a terribles adversarios. Pero una vez acabados todos los combates más duros, podría haber uno especial. Aunque era una posibilidad inexistente, no hay más descendientes de la familia real de la Luna que no sea la princesa Serenity. Es imposible.

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