—Se puede freír —dijo Qiu Yi— sabe bien. 

—Entonces lo queremos frito —Su padre asintió. 

—Está bien, cerdo guisado con champiñones frito —Qiu Yi presionó nuevamente la máquina de pedido. 

Bian Nan giró su cabeza y miró por la ventana hasta que su padre terminó de pedir la comida y Qiu Yi se dio media vuelta y se alejó. Se preguntó si debía tomar una silla y lanzársela, porque definitivamente el chico caería al suelo y lo podría patear...

—¿Qué te sucedió en la mano? —Su padre lo señaló. 

Bian Nan miró su mano. Aquella noche en el cibercafé entre todo el caos que hubo, su mano fue rozada, la herida era profunda pero debido a la lesión que había en su hombro, esta pequeña herida fue ignorada y de la cual ni siquiera se colocó una curita. 

—Me caí al entrenar —dijo Bian Nan. 

—¿El entrenamiento es agotador? no me he contactado con tu entrenador Jiang este semestre. No estás causando problemas, ¿verdad? —Su padre estaba un poco preocupado. 

—¿Desde cuándo Lao Jiang es tu amigo? —Bian Nan miró a su padre— ¿Algo malo tengo que hacer para que puedas llamarlo? 

Es cierto que Lao Jiang de vez en cuando llamaba a su padre, pero, informar acerca de que un estudiante de la escuela deportes cruzó el muro por la noche no es algo que realmente se deba informar y tampoco hay evidencia que la lesión en el hombro de Bian Nan fue origen de una pelea, pero de todas formas, a Bian Nan esto no le importaba. 

Su padre lo miró y suspiró, en un estado en que no podía encontrar un tema de conversación y Bian Nan optó por quedarse en silencio, pero no se sentía incómodo. La mayor parte del tiempo en que está con su padre siempre era de esta forma. 

En dos minutos, Qiu Yi trajo el té LuoHanGuo, Bian Nan tomó la pequeña tetera y le sirvió una taza a su padre. 

Cuando Qiu Yi se dio la vuelta y se alejó, Bian Nan giró su cabeza y miró su espalda. En el momento en que Qiu Yi se alejó lo suficiente, levantó la mano y gritó: —¡Camarero! 

Qiu Yi se detuvo, se dio la vuelta y regresó rápidamente: —¿Qué sucede señor? 

—Deme una taza con agua hervida —dijo Bian Nan. 

—Espere un minuto —Qiu Yi regresó atrás y se fue. 

Bian Nan continuó mirando a su padre en silencio, dando golpecitos ligeros con los dedos alrededor de la taza vacía. 

No mucho después, Qiu Yi trajo un vaso con agua hervida sobre una bandeja y la colocó frente a Bian Nan: —Su agua hervida. 

Mirando el agua humeante, Bian Nan detuvo a Qiu Yi, que estaba a punto de darse la vuelta y alejarse: —¿Agua hervida? 

—Mm, es agua hervida, agua hervida pura —Qiu Yi lo miró. 

—Era agua templada —Bian Nan apoyó sus dedos en su frente y mirando a los ojos a Qiu Yi. 

—No —Qiu Yi sostuvo la bandeja— ahora hace frío y toda el agua es caliente. 

—Pero hay agua mineral, ¿verdad? —Bian Nan suspiró. 

—Si, espere un momento —Qiu Yi lo miró, se giró y se alejó. 

Su padre preguntó después de que Qiu Yi se fuera: —¿Qué sucede contigo?

Bian Nan tiene mal genio, pero es reacio a los problemas y no hace cosas que fácilmente puedan dificultar a los demás. Además, nunca ha tenido el hábito de beber agua templada o fría durante las comidas, por eso su padre no podía entenderlo. 

DOS LOBOS Y UN BOLLODonde viven las historias. Descúbrelo ahora