Hadita L.S

Capítulo 3: Hada especial.

El ciervo se quedó sentado afuera de la torre, mirándolos caminar de forma dócil esperando a su regreso. Cuando entraron, los verdes ojos se ensancharon admirando todo a su alrededor, parecía un niño descubriendo algo nuevo, con ojos brillantes en emoción por ir a contárselo a mamá.

Todas las miradas de las demás hadas cayeron sobre ellos, Liam se removió incómodo y jaló el brazo de Harry, cuando este empezó alejarse observando todo con curiosidad, deseando tocar e inspeccionar a detalle todo lo nuevo ante sus ojos.

Una hada de largo cabello dorado y alas de un encantador verde brillante, se acercó a ellos con una sonrisa amable, reconociendo al hada castaño de inmediato.

"Uh, que tenemos ahora?, un animal herido?, una hada en apuros?", pregunta lo último señalando al rizado con curiosidad.

Liam niega de forma rápida, Harry sigue mirando a su alrededor de forma curiosa. La torre por dentro era aún más espaciosa e iluminada, los rayos del sol se filtraban por los grandes ventanales, y la fría brisa causada por el viento impactando contra los árboles, le daba un toque de frescura con olor a flores y pasto mojado.

"No, se trata de un ciervo. Piso una trampa para osos y casi le arranca una pierna", la hada abre los ojos en grande y le hace seña a un par de hadas para que se acerquen a ellos.

"Por la reina, está haya afuera?!. Nesecito atenderlo de inmediato, guiame hacia el", exclama preocupada, acomodándose la bata con el sello del departamento de curación.

Liam se rasca la nuca y mira hacia Harry, el chico lo observa con grandes ojos expectantes mientras permanece de una forma dolorosamente recta. Sus manos están por detrás de su diminuta espalda y sus pies descalzos se balancean moviendo todo su pequeño cuerpo.

La mujer de largos cabellos rubios los observa impaciente, esperando que le muestren donde se encuentra el animal herido.

"No terminé de contarle la historia Lia, el hada aquí presente", señala hacia el rizado que se hace chiquito ante todas las miradas sobre si, "lo curó con solo su polvillo", relata con palpable emoción en su voz.

Lia abre los ojos impresionada, todas las hadas en la sala de repente les parece muy interesante la conversación. Harry se pone aún más nervioso, baja los ojos de forma tímida, sus mejillas apunto de explotar por el rojo carmín.

"Ouh, como sucedió eso?", pregunta con curiosidad.

"No lo sé realmente, quizás tenga un don como algunas otras hadas especiales", contesta emocionado, la mujer voltea hacia las demás hadas en el lugar con una orden silenciosa en los ojos, después regresa la mirada al pequeño de ojos verdes.

"Eso suena interesante, crees que puedas acompañarme para que te haga unas... preguntas?", cuestiona de forma cuadrada a Harry, el hada mira a Liam nervioso, el castaño solo le sonríe despreocupado tratando de transmitirle confianza.

"Eh, si, está bien", murmura quedito.

"Perfecto!", exclama entusiasmada, acercándose para tomar con suavidad el brazo del hada rizado, dirigiéndose a los demás hadas expectantes, "Acompañen a Liam y asegúrense de que el animal esté completamente curado".

Todos asienten de acuerdo, Liam toma camino por donde antes habían entrado, guiando a las hadas hacia donde se encuentra el ciervo.

Harry mueve sus manos nervioso, sus ojos moviéndose de un lado a otro. La hada toca su espalda y le hace una señal indicandole por donde tiene que caminar, el camina sin rechistar y puede escuchar pequeños murmullos detrás de su espalda.

La mujer le da una sonrisa confortable mientras abre la puerta de su oficina, espera a que el rizado esté dentro para entrar y cerrar la puerta con seguro. Toma asiento frente a un escritorio hecho de roble, le hace una señal para que se siente frente a ella, Harry estaba distraído observando todo a su alrededor, se sienta con el ceño fruncido y le sonríe a la hada cuando está le tiende un vaso de agua.