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─Jeongin... Despierta, cariño─ Movías el cuerpo de tu novio con tus manos intentado que se despierte. ─¡Está nevando!, ¿No piensas venir a ver la nieve?─
─¿Nieve?─ Los ojos de Jeongin se abrieron como platos al escuchar tus palabras.
─Sí Yang Jeongin, ¡Está nevando!─ Al escuchar tus palabras se levantó de un salto pero pronto perdió el equilibrio, supusiste que estaba mareado.
─No debí hacer eso... ─ Puso su mano en su frente y cerró los ojos con fuerza, tú reíste ante su torpeza.
Una vez que Jeongin recuperó el equilibrio ambos se acercaron a la gran ventana de su cuarto la cual tenía unas excelentes vistas a todo el cielo nevado de la ciudad de Seúl.
Jeongin volteó a verte, te veías fascinada ante el paisaje que estabas contemplando, tus ojos brillaban y tú boca se había abierto un poco de forma involuntaria, tu novio sonrió al verte.
─¿Quieres salír a desayunar?, podremos disfrutar del día nevado─ Lo miraste y asentiste con emoción.
─Claro que quiero, cariño─ Al decir eso Jeongin te tomó por los muslos y te llevó en sus brazos hasta el cuarto de baño.
Luego de asearse y vestirse adecuadamente para el helado día ambos salieron de su departamento en dirección a una cafetería cercana.
Mientras caminaban observaban las calles cubiertas de nieve, Jeongin en varias ocasiones te pidió de tomarle fotos y lo mismo le pediste tú.
Pasaron el día fuera de casa, los días nevados eran especiales para ambos y los disfrutaban más de lo que hubieran pensado.
Te sentías felíz, estar junto a tu novio en la nieve llenaba tú corazón de felicidad y paz.
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