BITCH ━━ stiles stilinski ² ✓

chapter eighteen!

( bitch, eighteen )
master plan

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El sheriff Stilinski se apoyó en el costado de la puerta de su hijo mientras lo veía jugar con su teléfono en su escritorio. —Ella se fue, ¿eh?

Stiles miró hacia abajo, entristecido de nuevo. —Sí.

El Sheriff arqueó una ceja al recordar a la encantadora chica de aquella de la que Stiles estaba 'enamorado'.
—Entonces, ¿hay algo en eso?

Stiles miró hacia el escritorio, con una expresión gastada en su rostro. —No. No, ella es demasiado buena para mí.

El Sheriff frunció el ceño pero no hizo ningún comentario al respecto. —Ah. Escucha, sé que recibir una paliza y lo que le sucedió a Jackson te ha dejado bastante conmocionado. Pero sé feliz por una cosa. El juego. Estuviste increíble.

Stiles dio una especie de burla y se rio entre dientes. —Gracias, papá.

El sheriff lo despidió: —No, lo digo en serio. Mira, ya casi terminaba. Y luego te llegó la pelota y empezaste a correr. Anotaste, y el juego se dio vuelta. Y anotaste una y otra vez. No fuiest el mejor jugador. Fuiste un héroe.

Stiles miró hacia adelante, bloqueando a su padre de la vista. —No, no soy un héroe, papá.

El sheriff le dio una palmada en la espalda. —Lo fuiste anoche —Salió de la habitación mientras Stiles pensaba en sus palabras.

—No soy un héroe.

* * *

Un jeep azul celeste irrumpió en el almacén, acabando la pelea que estaba destinada a suceder, y se dirigió directamente hacia el Kanima que estaba a unos segundos de atacar a Scott. El jeep se detuvo repentinamente cuando hizo contacto y Stiles, que tenía los ojos cerrados y respiraba con dificultad, gritó: —¿Lo atrapé? —a Scott, quien sonrió. Isabelle, que estaba en el asiento delantero junto a él, y Lydia en la parte de atrás, soltaron pequeños chillidos cuando el Kanima saltó al capó del jeep—. ¡Whoa! —Stiles gritó, agitando los brazos hacia atrás.

Stiles gritó más fuerte que las chicas mientras bajaban rápidamente del jeep. Stiles corrió hacia Scott mientras Isabelle y Lydia estaban junto a la puerta abierta del jeep.

Lydia se paró justo en frente del Kanima con Isabelle a su lado, agarrándose a su brazo con sus corazones latiendo a un kilómetro por minuto. —¡Jackson! Jackson.

El Kanima se abalanzó frente a las chicas, extendiendo una mano con garras lista para cortarles el cuello. Stiles corrió hacia adelante listo para tomar su lugar cuando Scott lo sorprendió manteniéndolo quieto.
—¡ISABELLE!

—Espera.

Lydia extendió las llaves de repuesto de la casa de Jackson frente a ellos para que estén a la vista del Kanima. Tan pronto como el Kanima vio el metal, se detuvo. El Kanima comenzó a cambiar de forma de nuevo a Jackson, quien tomó la llave de Lydia mientras Elle retrocedía, dejándoles tener su momento.

Elle se puso de pie con los demás, sin dejar que sus ojos se apartaran de Lydia y Jackson en caso de que las cosas se volvieran mal. Sintió una mano agarrar la suya y se volvió para ver a Stiles parado allí. Ella le sonrió con lágrimas en los ojos y dio un paso atrás para estar más cerca. Luego se aferró con más fuerza a su mano, con la cabeza apoyada en su pecho mientras observaba a sus dos amigos.

Con lágrimas corriendo por su rostro, el corazón latiendo con fuerza y ​​una sensación de malestar en el estómago, Lydia vio cómo uno de los hombres más importantes de su vida volvía a encontrarse a sí mismo. Todos vieron como se alejaba de ellos antes de ser elevado de repente en el aire con dos pares de garras en el estómago; unas de Derek y unas de Peter. Las chicas se ahogaron con sus sollozos antes de que Lydia corriera para estabilizarlo, bajando a Jackson al suelo suavemente.

Jackson miró a Lydia a los ojos.
—¿Tú aún... aún...?

Lydia asintió. —Sí. Aún te amo. Te amo, aún te amo —Jackson asintió una vez antes de mirar a Elle, quien se empujó hacia el frente, todavía sosteniendo la mano de Stiles. Ella sollozó aún más fuerte y asintió en respuesta a él mientras él cerraba los ojos y descansaba su frente en el hombro de Lydia mientras la rubia fresa continuaba susurrándole: "Lo hago. Lo hago. Aún te amo, lo hago".

Los hombres lobo, los cazadores y los humanos observaron cómo las dos criaturas sobrenaturales no identificadas abrazaron el cuerpo casi muerto de Jackson. Lydia lo dejó en el suelo por completo y la última de las escamas desapareció. La rubia fresa se levantó del suelo y Elle se dirigió hacia ella cuando Jackson emitió un sonido de garras.

Sus ojos se abrieron con un vívido color azul cuando se puso de pie y dejó escapar un rugido dramático hacia el cielo. Sus rasgos de hombre lobo desaparecieron mientras miraba a las chicas frente a él. Ambas corrieron hacia adelante y lo envolvieron en un abrazo donde enterraron la cabeza en sus hombros.