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El latido de su corazón amenazó con detenerse cuando pudo notar la figura de Harry observándolo desde la puerta de entrada con el rostro inexpresivo, no le pasó por la mente que el alfa pudiese llegar a pasar la noche en el departamento exactamente ese día de la semana. Relajó su cuerpo aun bajo una intensa mirada de un hermoso verde esmeralda y formó una media sonrisa tensa.

— Buenas noches — saludó Louis con la voz tranquila y suave, con el tono que había usado desde siempre con Harry. La mirada del alfa se desvió al cuadro casi terminado detrás del omega al mismo tiempo que abría los labios para responder el saludo.

Las palabras murieron en su boca y Louis pudo ver como el ceño de Harry se frunció de un momento a otro cambiando la inexpresividad en su rostro por una mueca de disgusto completamente sombría y tenebrosa.

Decidió no esperar algún comentario o reclamo por parte de Harry y sin pensarlo dos veces se dio la vuelta para comenzar a juntar todo el material. Primero cerró las pinturas, enjuagó los pinceles y acomodó todo en su respectivo empaque antes de tomar la bolsa de pintura y el lienzo delicadamente con una mano y con la otra el caballete.

Volteó a ver a Harry quien ahora le observaba con angustia en la mirada y le sonrió tranquilizante — Lo siento — fue todo lo que dijo, acomodó las cosas nuevamente cargando todo con sus cortos brazos e inclino la cabeza en despedida antes de perderse en el estudio.

Una vez que estuvo a solas intentó concentrarse en terminar la pintura y devolver todo a su sitio, pero no podía, seguía sintiéndose estúpido por no darse cuenta antes de lo molesta que ahora debería ser su presencia en el departamento, seguramente Harry deseaba tener su espacio personal libre del olor dulce perteneciente a Louis, seguramente le gustaría mantener en orden todas aquella cosas que estaban siendo constantemente movidas de lugar por el omega.

Sintió el corazón apretarse dentro de su pecho con cada pensamiento de Harry disgustado por su presencia, deseó haber nacido siendo beta, no quería tener todos esos sentimientos de necesidad, no tener que depender de la atención de ningún alfa.

Terminó acurrucándose en el sofá del estudio, sin terminar la pintura, con las mejillas machadas de lágrimas secas y la sensación de querer huir de todas las personas del mundo.

Cuando Louis despertó aún no se podía ver la luz del sol a través de la pequeña ventana, se sintió patético por haber llorado la mayor parte de la noche y triste por sentirse de esa forma, se estiró poco a poco en el sofá y repaso mentalmente laos pendientes del día.

Después de esperar diez minutos para comenzar a trabajar con normalidad se levantó arrastrando los pies para poder llegar al baño, atravesó la sala con pereza y cuando cerró la puerta detrás de él se dio cuenta del fuerte olor a alfa en el departamento. Seguramente Harry decidió quedarse a dormir, pensó.

Observo las ojeras bajos sus ojos en el espejo del baño, sin darle más importancia decidió orinar, cuando terminó volvió al espejo.

Debido a que constantemente notaba cambios en sí mismo, desarrolló el gusto de observarse todos los días para poder identificar todos y cada uno de las variantes en su aspecto.

Las primeras cosas de las que pudo darse cuenta fue de lo cansado que se veía a partir del primer mes de tratamiento, después fue el cabello cada vez más delgado y áspero, ahora los cambios se estaban volviendo mucho más drásticos, el tono acaramelado de su piel se volvió pálido y la fuerza en sus brazos fue desapareciendo poco a poco.

El omega se quitó la playera para tener una mejor vista y las feromonas de desolación abrieron camino por los poros de su piel hasta casi llenar el cuarto de baño en su totalidad. Su hermosa piel ahora no solo estaba más pálida, unas pequeñas manchas entre rojas y violetas se formaron en la parte baja del vientre.

The end of the story ||  L.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora