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📍yokohama
Las calles estaban concurridas aquel día, pero eso no era problema para ella. Sabía que, atacando los puntos exactos, podía crear un repudio hacia ella. Podía volverse invisible. Así que caminaba tranquila, con su gabardina negra ondeando suavemente.
Le habían advertido, Ronin lo hizo. Pero, la realidad, no podía ignorar aquel llamado. El sujeto –estadounidense por su acento– sonaba bastante confiado en la llamada con ella, mientras exponía lo que sabía de ella.
Así que Violet estaba particularmente irritable aquel día. Ya sea por la vaga amenaza de exponerla o por el sentimiento de que se estaba dirigiendo a una trampa y no había nada que hacer.
La cafetería era recurrida, pasabas desapercibido. Claro, si no eres pálida como un fantasma con cabellos y ojos igual de pálidos. Por suerte, tenía su habilidad.
Jamás lo había visto, pero lo reconoció. El único americano en el lugar. Se acercó a paso tranquilo, sentándose sin permiso en la silla.
Él la observó, notando su pálida piel y su oscura vestimenta contrastando. Mientras, ella notó el traje costoso y el reloj de marca, además del cabello rubio.
— Señorita Evergreen, es un gusto conocerte al fin— habló primero, con dificultad—. Su reputación la precede.
Sí, lo hacía. Cuando estaba viva. Aunque ella jamás lo admitiría, eso le agradaba. Saber que la gente se hacía una idea –porque realmente no tenían el conocimiento ni las pruebas– de lo que era capaz de hacer, le daba poder.
— Hablo inglés— exclama serena—. Y no puedo decir lo mismo de usted, no sé quién es.
— Disculpe, mi nombre es Fitzgerald, líder de Guild.
Violet apenas se tensó, no duró más de cinco segundos su sorpresa, pero Fitzgerald sonrió con satisfacción. A ella no le agradó eso.
Había escuchado sobre Guild, una organización conformada por gente importante –políticos, empresarios– que además eran dotados, como ella.
No, no como ella. Pero parecido.
Había solo un puñado de grupos conocidos con dotados –la Agencia de Detectives Armados, la Port Mafia, Guild– pero la mayoría de ellos, los dotados, preferían permanecer en la sombras. Violet pertenecía a ese segundo grupo.
