14•En Silencio

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Lunes.

El comienzo de una nueva semana podría parecer motivador, pero la realidad demuestra todo lo contrario.

Sus pensamientos se enfocan en distintos puntos respecto al rumbo que ha tomado el barco llamado vida, acarreando todo tipo de cosas con el paso del tiempo, quizá el mapa de problemas que quería evitar lo había conducido hacía un tesoro: Rindou.

Aunque es muy pronto para saberlo.

¡Kawata!– el grito por parte de su profesor, más el golpe seco de su libro contra el escritorio, lo sacaron por completo de sus pensamientos.–¿¡Otra vez en las nubes!? ¡Lo veré después de clases!

Sintió su cara arder, y lo único que pensaba en esos momentos era en desaparecer,los ojos de sus compañeros de salón parecían penetrar su alma, los murmuros no ayudaban en la situación y no faltaban los típicos "Uhh", realmente odiaba ser el centro de atención, atino a esconder su rostro entre sus manos.

Al término de la clase, no le quedó de otra que ver cómo todos se marchaban, mientras que el permanecia inmóvil en su asiento, algunos le miraban con burla, otros pocos con compasión.

No entendía porque, pero el docente le había exigido una explicación por su comportamiento en clases.

Problemas íntimos, la excusa le pareció perfecta, puesto que el profesor no le cuestionó nada más, sin embargo recibió una advertencia y de castigo tendría que hacer un ensayo de treinta páginas sobre el imperio romano.

Sin duda odiaba historia.
 
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Se preguntó a si mismo el porque, cuando hace aproximadamente un mes no tenía que darle explicaciones a nadie, ahora le escribía al rubio el motivo por el cual no lo vería en la estación.

Ridículo. Le sorprendió esa actitud suya, cuanto habían cambiado las cosas desde que lo conoció.

Pero aún mayor fue su sorpresa cuando al salir del establecimiento, lo vio, montado en su moto, mordisqueaba la corbata de su uniforme y murmura. Hace tiempo que había aprendido a leer sus gestos, lo hacía cuando estaba ansioso o nervioso.

Al notar la presencia del ojiazul, le dedicó una enorme sonrisa.

"Solo él puede sonreír así".

¡Hey algodón, vine por ti! ¿Te gustó mí sorpresa?– movía su pie con emocion, a vista de Souta, parecía un cachorro moviendo su cola con entusiasmo.

"Lindo".

No me esperaba verte, no puedo decir que sea algo agradable.– evito el contacto visual entre ellos, un pequeño sonrojo abarcaba sus mejillas al darse cuenta de lo que había pensado.

–¡¿Eh?! No seas tan cruel conmigo, tenía muchas ganas de verte.– rasco su nuca con nerviosismo al ver que el mismo se había delatado.

–Solo bromeaba.– su mente estaba en blanco.– .... también tenía ganas de verte.

El viento y las hojas que arrastra con su presencia era lo único que se escuchaba, si, ahora mismo estaba seguro de que desaparecer era una buena idea, se maldijo así mismo y por la cantidad de tonterías que salían por su boca. En cambio a Rindou se le había acelerado el corazón al escuchar eso, era sorprendente el como una pequeña oración pudiera haber ocasionado tanto lío en el.

¿Que me has hecho?

–Vamos.– extendió un casco hacía el ojiazul, sabía que arruinaría todo si soltaba alguna de sus tonterías.

Broken || RinGryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora