[Capítulo: 4]

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El omega había estado acupado con labores en el palacio, desde ayudar a cocinar, hornear, incluso en jardinería. Una parte le alegraba, así no tenía tiempo de pensar en aquel alfa, sin embargo cuando acababa el día y tenía que irse a dormir era inevitable.

-Tzuyu, el Rey te manda a llamar - El hombre de postura seria abre la puerta y dice el nombre. La omega se levanta emocionada y después de retocar sus labios rojos y cabello frente al espejo va hacia la puerta moviendo sus caderas.

Eso eran todas las noche.

Por más de seis noches seguidas el Rey Zhang había mandado a llamar a una omega diferente cada vez. No era muy difícil adivinar paraqué, y aunque JunMyeon no preguntará escuchaba sus conversaciones acerca de lo que el alfa líder les hacéis.

Cómo las tocaba.

Cómo las acariciaba.

Cómo las hacia suyas.

Cada que JunMyeon escuchaba eso era una apuñalada más, una más profunda que otra, otro puñalada que poco a poco iba destruyendo su corazón. Su omega ya no hacía escándalo, solo se escondía, haciéndose bolita en un rincón y deseando desaparecer. El lado humano de JunMyeon no era muy distinto.

JunMyeon se duerme y las demás omegas también. A mitad de la noche alguien toca la puerta, un mayordomo entra y JunMyeon lo mira desconcertado.

- El Rey quiere verlo

- ¿qué? - se endereza. Tenía ropa simple y blanca. No era la gran cosa para un simple omega sirviente.

El mayordomo le exige acompañarlo así que no tiene más remedio que ir. Suben escaleras hasta llegar a una enorme habitación, las puertas tenían hermosas decoraciones de oro y plata. El mayordomo toca dos veces y luego abre la puerta.

- Adelante - el mayordomo le indica y JunMyeon entra tímidamente.

La habitación era la más grande que hubiera visto jamás, había una enorme alfombra de colores verdosos, un enorme estante de libros y ventanas con largas cortinas doradas, además una cama gigante con sábanas bordadas de hilos dorados. El omega camina lentamente y ve salir al alfa de una puerta que creía que era el baño, él estaba con un pantalón, los pies descalzos y una bata roja con bordados morados en perfectas y exactas figuras.

YiXing observa a JunMyeon en silencio y después señala a una lugar, dónde había una mesa llena de frutas y flores.

- Pasó un accidente y derrame tazas de té

El omega se desconcierta pero casi al segundo entiende sus palabras.

- Oh - exclama y asiente. - No sabía que. . .ahora era el de la limpieza - sonríe un poco, desganado y va hacia la mesa, habían dos tazas en el suelo y una mancha en la alfombra. JunMyeon se desabrocha la camisa y se la quita, dejando una fina camiseta blanca en su cuerpo. Toma su camisa y la usa para quitar el exceso de humedad, la tela se mancha de inmediato y no solo por la mancha de té si no también por pequeña lágrimas saladas.

El olor del alfa era una puñalada, tan delisioso y torturoso, aunque su omega estuviera lastimado era imposible no reaccionar instintivamente al olor de su alfa.

Cuando termina de limpiar, toma la bandeja de plata y pone ahí las tazas.

- Con permiso - hace una reverencia y mantiene la mirada baja, en sus manos llevaba la bandeja con las tazas. Debía esperar a que el alfa le diera permiso sin embargo no espera y camina hacia la salida, en el trayecto se queda estático un momentos al percibir movimento entre las sábanas de la cama para luego ver el cuerpo desnudo de Tzuyu.

Ella se veía hermosa, su cabello largo y negro extendido en la cama, su piel lechosa y blanca, sus pestañas largas y pobladas junto a sus labios rojos y suaves.

JunMyeon baja la mirada. Se sentía tan patético, tan poco poca cosa, como una basura. Su omega tan lastimado, oculto y triste. Él no era competencia para ningún omega, y mucho menos para unas como Tzuyu, Chaeyung o Sana. Ellas eran hermosas y él era un omega que solo podía aspirar a ser empleado de limpieza o trabar en la cocina. Cualquier omega era mejor que él que incluso su alfa las prefería.

- Diablos - maldice bajito cuando sus brazos flaquean y termina tirando la bandeja, haciendo que una taza se rompa cuando cae el peso sobre ella y la otra ruede no muy lejos. JunMyeon se pone de rodillas para poder la taza sobre la bandeja y luego recojer los trozos, en un momento el filo de un pedazo hace que corte su dedo, el dolor era pequeño, nada comparado a la humillación. Ignora su sangre y termina de levantar los pedazos. Al levantarse se encuentra al imponente alfa frente a él. - Lo siento, pagaré por la taza - dice sin verlo - Trabajaré. . .

- Esa taza vale más que tú

- Lo sé - aprieta sus labios - La pagaré, no sé cómo - traga saliva y se queda quieto sintiendo los ojos de YiXing sobre él.

- De acuerdo, desde mañana traeras mi té de las tardes y noches - indica el alfa con voz suave y autoritaria.

JunMyeon se queda callado - Rey Zhang, sin ofender pero preferiría cualquier otra cosa

- Entonces serás mi amante - pone una sonrisa que a JunMyeon le parece aterradora

JunMyeon ríe un poco, triste- Le aseguro que mi cuerpo es lo menos bonito que hay - mira hacia abajo - Traeré su té, Rey - asiente y camina hacia la salida.

Al ir a la cocina sus piernas fallan y termina cayéndose, haciendo que la bandeja caiga y la otra taza se rompa y sus pedazos se juntan con los otros.

JunMyeon observa el desastre, se preguntaba si su corazón se veía como esos pedazo rotos.



Jajsksksksksksjsk todos odian a YiXing en este momento, lo c


El Omega del Rey Zhang[LayHo'omegaverse']Where stories live. Discover now