-Te amo...-
Ash y May, dos chicos que viajaron juntos, quienes llegaron a despertar sentimientos más allá de su comprensión. Se reencontraran después de tantos años, en un gran Festival al que fueron invitados.
Siendo ya grandes celebridades, habien...
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Narra Ash
Por más que qué pienso esto... se me hace loco este día, hoy era una mañana normal subiendo al avión camino a un gran festival en Kalos, ahora estoy frente a una de mis mejores amigas, a alguien con la que llegue a sentir extraños sentimientos que sigo sin entender, aunque, creo que ya no va al caso, ya no los siento de todos modos...Creo. Francamente había cambiado mucho con el tiempo, sinceramente se veía hermosa, sentía mis mejillas arder, más que seguro estaba muy sonrojado, no puedo controlarlo, ayuda.
― ¿M-May...?
— La misma pues —contestó divertida.
— Ehhh, ¿C-cómo has estado? —de verdad, se los juro, no sé porque tartamudee, estoy super nervioso, siento que podría decir una estupidez en cualquier momento.
— Pues creo que más o menos bien, podría estar mejor... —susurró casi inaudible— ¡Eh, digo! ¡SÚPER BIEN! Jeje —no soy tonto, o bueno, no soy sordo, si alcance a escuchar su susurró, la verdad su bienestar no me convence del todo.
— ¿Estas segura?
— Completamente jeje, ¿Y tú? ¿Cómo has estado? —tal vez... sea mejor olvidar esto, por ahora.
—Bueno, yo he estado bien, aún entrenando ¿Cierto Pikachu?
— ¡Pika! —contestó desde el hombro de la castaña.
— Jaja, ¿No te basta con ser de los mejores entrenadores del mundo?
— Bueno, pero, nunca está de más entrenar.
— Pi —confirmó el roedor.
— Je, y... ¿Qué haces aquí? —dije.
— Te lo diré si tú me dices primero —me dijo algo desafiante.
— ¿Ah sí? —dije divertido— ¿Y si no quiero qué?
— ¿Con que no lo dirás... ah?
— No— dije mirándola desafiante.
— Bueno... No me queda más que decírtelo —al parecer May se había rendido ¡Genial!
— ¿De verdad? — aunque, a decir verdad, estaba algo dudoso.
— Claro que... no—
Dicho esto, salió corriendo de la bodega mini, mientras reía, así solo la perseguí también riendo. Realmente no sé cómo no fuimos atrapados por el personal, seguimos correteándonos hasta tropezar los dos, uno al lado del otro.
Cruce mi mirada con la suya, mirando sus hermosos ojos zafiro... Fue corto pero hermoso. Creo que estoy sonrojado... Otra vez.
Narra May
Después de correr un rato el me alcanzo, pero se enredó con mi pie y caímos los dos uno al lado del otro, me perdí en sus ojos café caramelo, no sé, pero, de repente sentí mis mejillas, no, toda mi cara ardiendo.
