Honey Parte 4

885 84 20
                                    








Los días siguientes a esos eran sin duda los más...



No sabía describir la sensación que me rodeaba al estar cerca a él, muy al contrario a como lo creí no había destruido por completo aquella tersa piel, las únicas marcas venían de frente por las succiones de mis labios o bien por las mordidas que dejaba sobre el.


Probé algunas técnicas para nada mi estilo, los cuchillos afilados que había utilizado antes para abrir varias grietas en mis damas ocasionales las había cambiado por mis propias uñas que alguna veces usaba para arañar aquella lechosa piel apenas dejando unas marcas sobre esa estrecha espalda, los besos marcando toda su piel habían reemplazado los duros golpes, ocasionalmente mordía sus labios hasta el punto de estos sangrar, pero rápidamente bebía cada gota que salía de estos.



Al fin había descubierto lo que me volvía loco dentro de él.



Eso era su sangre



Era tan dulce, había probado algunas gotas de estas anteriormente de mis anteriores víctimas pero ninguna me sabía tan exquisita como esta.


Había cambiado sí, pero solo por ella


Seria enserio un demente si dejaba que tan delicioso manjar escapara de su cuerpo para caer al suelo solo pintandolo y desperdiciandose.


Por esa simple razón no había llegado a hacer mucho más con él, y a su vez me había confiado demasiado, cosa que me juré no volver a hacer hace mucho.


La última vez que confíe perdí a la persona más preciada para mi, siendo tan solo un niño había perdido todo, y bajo mi culpa, solo yo fui responsable de todas mis desgracias.



Perdí a mis "amigos", los pocos que tenía, luego a mi familia, inmediatamente a eso, también perdí a...



Mi infancia no fue la mejor, era como todo niño consentido cualquiera, prepotente, el dueño del mundo, siempre creí que no necesitaba a nadie, toda cosa que pedía me era traída, que más necesitaba aparte de eso?

Recuerdo la primera vez que hice una amistad, fue lo más parecido a un sirviente para mi, la otra persona tampoco estaba muy interesada en progresar esa amistad, con tal de estar conmigo tenía suficiente.

Me llenaba de curiosidad aquel-



🇵🇪:Usa! Es la hora!



Deje que mis pensamientos se desvanecieran al igual que el humo que fumaba mientras apagaba el cigarrillo en mi mano. Voltee de manera lenta a apreciar a ese pequeño ser que brillaba de manera propia. Su faceta como oficial contrastaba mucho con la que ahora me mostraba, parecía tan pequeño y débil, justo como el día en que lo hice mi honey. Más aún ahora que había comprado ropa para él, apretadas justo en los lugares adecuados, sueltas en otros, pequeñas, grandes, estrechas, holgadas... No comprendía cómo cada una de ellas le quedaban de maravilla y... Otra vez me perdí en mis pensamientos...

Cortos UsperDonde viven las historias. Descúbrelo ahora