Cortos Usper

Algo bueno de lo malo

El matrimonio era una mierda

Y no hablaba del periodo de casados, eso sí era un problema mayúsculo

Hablaba del dia como tal antes y durante

Tanto compromiso, tantos preparativos, la presión de ir a pedir su mano, la encrucijada de esperar por una respuesta, los nervios, la pesadez en el pecho, el temor, la angustia, las ganas de matarte o vomitar, incluso te podian dar los dos, podrías ahogarte con tu propio vómito, lo cual hubiera sido una muerte tonta pero preferible a todo eso.

Y ni que decir en el mismo momento que se unían bajo dos miserables anillos

La despedida de soltero que generalmente no se celebraba más allá de una partida de cartas con tus amigos y un par de copas, despertar al día siguiente con los nervios revoloteando por todo el estómago generando otra sensación de náuseas que tenias que aguantar mientras te vestías y arreglabas, esa presión de que todo tiene que estar perfecto y en su lugar o sería un completo desastre, acomodar esos cabellos rebeldes que se negaban a hacerle caso al gel y cuando ya te dabas cuenta tu cabeza parecía un zapato pulido brillante y pegajoso. El camino a la iglesia un martirio mientras sonabas el claxon como animal con tal de no llegar tarde porque "los novios siempre llegan antes que las novias" Claro, eso para que otra vez te albergue la sensación de pesadez esperando a la novia mientras sudabas y sudabas cada vez más.

En fin, no hablaria mas de eso

No cuando aún poseía sobre el fino traje mandado a confeccionar a su medida, una corbata roja obsequio de su padre como "el gran amor que su unión representaba", la estúpida rosa blanca sobre el saco que según su madre resaltaría con el azulino.

Tiro rápidamente de los dos objetos dejando abierto dos botones de su camisa amarrando la corbata a su mano mientras que simplemente obsequio la flor a una niña que iba pasando.

Por si no lo entendieron hasta este punto, si señores, en efecto, lo habían dejado plantado en el día de su boda

El supuesto día más feliz de su vida se había convertido en un mero chiste o anécdota graciosa que podrías comentarle a cualquiera, la desdicha de una persona al desamor, tipico pero que nunca pasaba de moda.

Bufó frustrado en el camino, todos estaban ahí, todos habían visto lo que paso, las miradas posadas en el mientras se lo comentaban, los miles de pensamientos que se apoderaron de él mientras solo huía cobardemente de lo que serian miles de miradas con pena, porque ni siquiera le dolió tanto el rechazo, más le dolía ver las miradas piadosas sobre el, los rostros sorprendidos de sus padres, no tenía suficiente valor para ver eso. Así que, tan rápido como llegó la noticia, tan rápido se marchó él, no por dolor a la pérdida del "gran amor de su vida" sino por dolor que generarían en él las miradas llenas de lastima de los demás.

Vago sin rumbo fijo sintiendo las vibraciones sobre su teléfono a través de su saco, acerco el movil hasta el revisando los millones de mensajes y llamadas en este, guardó el aparato pensando que seria una perdida de tiempo buscarlo, que ni creyeran que iba a cometer una locura por algo tan simple como eso, él estaba muy consciente de lo mucho que valía como para dejarse vencer por algo asi, esta sería la única vez que agradecía tener el autoestima tan alta que poseía y del que muchas veces tuvo miles de quejas por parte de los demás.