¿Acaso nunca habías visto a un humano con ojos de ángel?
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➸ Seishu Inui x Fem!Oc.
➸ Los acontecimientos no van de acuerdo al manga.
➸ Los personajes son propiedad de Ken Wakui.
➸ Fecha de publicación: 18/08/2021
➸ Fecha de f...
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Un ruido despertó a Inui quien tenía el sueño liviano, al abrir los ojos se encontró con Nana a quien abrazaba por la espalda y lucía profundamente dormida.
—Naa-chan.—La movió intentando que despertara.
Otro ruido sonó, ahora podía distinguir que era en su ventana.
—Naa-chan despierta.—Ella solo soltó un quejido.—¡Nana!—La movió más fuerte.
—¿Qué...? ¿Qué sucede, Inupi?—Habló adormilada con su cara semi enterrada en la almohada.
—Naa-chan despierta, escuché unos ruidos.
—¿Qué ruidos? ¿Qué hora es?
—No lo sé. Vienen de la ventana, creo.
—Ay Dios, estás sugestionado, nunca más veremos películas de terror tan tarde.
Y ahí estaba el ruido otra vez, Nana lo alcanzó a escuchar esta vez y frunció el sueño.
—Te lo dije.
—Está bien, está bien.—Se sentó en la cama.—Si eres un jodido fantasma ven ahora o iré por ti, ¿Sabes lo mal educado que es de tu parte penar a estas horas, hijo de perra?
—¡No digas eso! ¡Se puede enojar!
—Y una mierda, tengo sueño y si me despiertan doy más miedo que cualquier fantasma.—Se levantó de la cama y se dirigió a la ventana.
Inui le miraba aterrorizado de lo que pudiera haber al otro lado, la chica hizo caso omiso a las advertencias del rubio para que no hiciera nada arriesgado. Abrió la ventana encontrándose con... nada.
—Inupi, aquí no hay nada.—Señaló la ventana.—Quizás unas ramas de ese árbol golpearon el vidrio.
Inui se levantó y fue a su lado a comprobar que lo dicho por la chica era cierto, cuando asomó su cara por la ventana un gato negro saltó hacia el marco haciendo que se asustara y cayera de culo.
—¡Mierda!—Se quejó en el piso.
—Aww.—Nana tomó el felino entre sus brazos.—Mira esta cosita chiquitita y bonita.—Acarició su cabeza.—¿Este es nuestro fantasma?
—Es... el gato del vecino.—Habló poniéndose de pie.
—Ah, qué lástima que tenga dueño.—Lo dejó en el piso y pudo distinguir un collar azul en su cuello, el animal se paseó por sus piernas mientras ronroneaba.—¿Ahora te dan miedo los gatos?
—Pensé que era...
—¿Un fantasma?
—Un... ladrón.
—Vamos a suponer que te creo.—Bostezó y se sentó en el suelo y siguió acariciando al animal.
