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Narra Daisuke

Quise enviarle un mensaje a Tamaki para decirle que no saliera porque aquí estaba yo, pero por alguna razón terminé escribiéndole a Nejire y para cuando salí de su chat él ya había salido.

Pegué un brinquito cuando vi sus pies a un lado un mío, yo estaba sentado en el suelo así que puse mi mano izquierda en la pared que estaba detrás de mi y me levanté lo más rápido que podía.

Con nervios y un sonrojo en mis mejillas alcé mi mirada hasta sus ojos que me miraban con sorpresa.

-Hey...

Mostré una pequeña sonrisa que seguro se vio más como una horrenda mueca y moví mi mano en forma de saludo con dos dedos.

La cara de Tamaki comenzó a ponerse roja en solo segundos hasta que realmente pareció un pequeño y adorable tomate, eso me hizo sonrojar aún más.

Y él se sonrojo más.

Y yo me sonroje más.

Y él se sonrojo más.

Y bueno, fue como un concurso de sonrojos que no tengo idea de quién ganó, pero tuve que detener o mi nariz sangraria.

Bajé la mirada llevando una mano a mi nuca, rasque con la punta de mi uña esa parte, buscando que decir antes de que se volviera mucho más vergonzoso. Por el rabillo del ojo noté como él fue a pegarse en una pared a la velocidad de la luz. Eso parecía más fácil para mí de cierta manera, así podía decir lo que quería sin sentir la presión de sus ojos.

-Eh... Tamaki... s-sobre lo de los mensajes, ah...

-Por favor no lo digas, estoy demasiado avergonzado...

Me quedé en silencio con la cabeza baja pero mis ojos viéndolo a él, viendo como temblaba y como respiraba por la boca con sus ojos cerrados. Respiré hondo metiendo las manos en mis bolsillos, solté el aire acercandome a él y me recargue de espaldas en la misma pared donde estaba, a unos centímetros, mirando el techo.

-Desde que... fui dado de alta del hospital, Nejire me habló sobre lo habías hecho... hablando de que mentiste acerca de tener una novia. No quise creerle, ya que pensé que no tenía sentido que me dijeras algo así sin ser verdad, además de que seguías repitiendolo una vez tras otra, pero después de que enviaras ese mensaje, correspondiendome, me di cuenta que era real y que tal vez lo habías dicho porque era muy intenso contigo. Lamento haberte presionado así.

Solté una corta risita y giré mi cabeza para verlo, él ya me miraba de reojo, sin embargo al encontrarse con mis ojos, se volteó.

-No, también fue mi culpa, no debía actuar así.

Mi sonrisa se agrandó un poco más, con bastante calma en comparación con antes, lentamente acerqué mi mano derecha y la dejé sobre su cuello, pasando mi pulgar por su mejilla. Él se estremeció, lo jale sutilmente, y al fin me miró directamente.

A la par de eso, mi celular comenzó a vibrar en una secuencia repetitiva, alertando mensajes que seguro eran de Nejire apreciando todo desde lejos y haciendo comentarios como si la pudiera escuchar. Solo por saber eso, no presté atención.

-Me gustas mucho, Tamaki. No tienes una idea de cuánto.

Sus pómulos volvieron a enrojecerse, y sentí como los vellitos de su piel se ponían de punta, como si tuviera un escalofrío. Yo volví a reír, ahora con ternura.

-Eres muy lindo.

Sutilmente fui acercandome a su rostro, subí mi otra mano a su otra mejilla y miré sus labios una vez tras otra sin ser demasiado repetitivo, solo esperando que se diera cuenta de lo que quería hacer ahora.

Las vibraciones en mi celular fueron cada vez más consecutivas y rápidas, iba uno tras otro, y casi sentía que podía leer la notificación con la única palabra de "besalo ya".

No esperé más, le di un corto tirón desde su nuca y lo besé, nuestros labios se juntaron por completo, los costados de nuestras narices rozaron, y los latidos de nuestros corazones pudieron sincronizarse.

Discretamente subí mi mano izquierda y detrás de él cerré mi puño celebrando al aire, sabiendo que Nejire me veía y celebraba conmigo.




En VistoWhere stories live. Discover now