Flechazo - || BakuDeku Medieval A.U ||

⊱「⁸𝔘𝔫𝔞 𝔞𝔶𝔲𝔡𝔞 𝔠𝔬𝔫 𝔩𝔞 𝔪𝔞𝔤𝔦𝔞」⊰

Una ayuda con la magia.

Omnisciente:

Al día siguiente Izuku fue de nuevo a la biblioteca para intentar de nuevo buscar sobre libros con temas de magia.

Mientras buscaba, alguien se acercaba al oji-esmeralda, mismo que volteó encontrándose con su madre.

— Oh, Madre — por educación hizo una reverencia — ¿Que hace aquí?

— Hijo, vengo a informarte que saldré a un viaje a otro Reino — tomó las manos de su primogénito — Estarás a cargo del Reino de Deoya hasta que vuelva

— ¿Qu-Que? ... — Aquello sorprendió y preocupó al peli-verde — ¿Por cuanto tiempo estarás fuera?

— Un mes, por que debo aclarar varias cosas con el Rey Enji, el padre del Príncipe Shoto — suspiró un poco pesado — El guardia Tenya estará contigo por si lo necesites

— ¿¡U-un Mes!? — sus nervios crecían cada vez más, no estaba listo para gobernar ni siquiera si es por un rato — E-eh... Pe-pero..

— Confío en ti Hijo, solo será por esta vez — sonrió con suavidad para dar confianza a su hijo —

— De... Acuerdo, Madre — bajó la cabeza aceptando —

.
.
.

La Reina Inko partió del castillo, dejando a cargo el Reino a su hijo, quien estaba nervioso ya que nunca había gobernado al menos un rato.

No sabía que hacer, lo único que quería era ir con sus amigos pero.... Recordó lo sucedido en aquella cueva y en esa cabaña, miró sus manos y solo fue a la sala de Tronos.

<Temo a que me odien tras haber ocultado este secreto... Sobre todo, temo a que Katsuki me odie, fuimos amigos por años y nunca se lo pude contar>

Pensó el oji-esmeralda, caminando de un lado a otro, el abrir de las puertas lo sacó de su nube pensativa y dirigió la mirada en aquella dirección.

— Ah... Príncipe Shoto, ¿como se encuentra? — preguntó cuando divisó al bicolor —

— Pasaba a preguntarle si gusta volver a salir a dar un paseo — hizo una ligera reverencia ante el peli-verde —

— Oh, claro — sonrió de forma dulce —

Ambos salieron del Castillo, volvieron a ir a la cabaña anterior. En el camino hubo un silencio pero uno agradable, miraban a su alrededor.

Al llegar, entraron a la cabaña y el oji-esmeralda optó ver que había dentro de las cajas, así que fue a abrir una encontrándose varios pergaminos y libros sobre mitología.

Eso maravilló al pecoso y tomó tres de esos libros para llevárselos, fue saliendo de la cabaña y se topó con el bicolor.