4.VALERIA

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Salí de casa de Gigi entre risas y cuchicheos, el ambiente estaba caldeado y yo no podía evitar llorar. Mis amigas y mi supuesto novio me habían fallado y no podía parar de pensar en ello. No quería volver a casa, por lo que seguí andando hasta llegar a la carretera que iba directa a los chalets, anduve hasta llegar a una zona del pueblo que tenía mucho ambiente y me detuve en un chiringuito de la playa que tenía bastante ambiente. Me pedí una cerveza y me la bebí sentada en un taburete, sola, pero por lo menos estaba entretenida riéndome de las ocurrencias de un grupo de chicas que estaban sentadas justo delante mío

--Oye guapo, a mi amiga le has molado y quiere que le comas la boca dentro del cuchitril ese ¿Qué te parece?--le sugirió una de las chicas al camarero.

--¡¡Della!!! Como puedes ser tan guarra--le dijo otra chica que tenía al lado.

No pude evitar reírme y la ocurrente y valiente que se había acercado al camarero me miró, yo intente disimular y hacer como que no había escuchado nada, pero ya era tarde.

--¿Y esta chica te mola más?--volvió a preguntarle al camarero refiriéndose a mi.

En ese instante ya no pude disimular más y acabé por reírme tan fuerte que se me escuchó por todo el chiringuito y escupí un poco de cerveza al camarero que tenía justo delante. Había hecho tanta gracia que las chicas me animaron a sentarme con ellas.

--Vamos a ir tan borrachas que no te vas a acordar ni de nuestros nombres-- dijo Daniela, una de la chicas, aunque todas la llamaban Ella

Ella, Raquel, Amanda, Dana, Alicia y Alexia. Las conocí la misma noche en la que todo se había ido a la putisima mierda, pero en una noche hicieron que me olvidase de todo. Son 6 personas bastante locas y muy diferentes entre ellas, pero encajan como el zapato de la cenicienta. Cada una con sus locuras y problemas, pero saber dejar todo eso a un lado cuando están juntas. Puedo decir que pasé una de las mejores noches de mi vida en Begur, todas las fiestas a las que había ido eran algo como reuniones con un vino blanco al que me había acostumbrado, pero que en realidad no me gustaba. Bebimos tanta cerveza como pelos en la cabeza y recorrimos todo el pueblo cantando y bailando sin parar. Íbamos tan borrachas que subimos a casa de Ella a comer un poco y sin darnos cuenta nos quedamos todas dormidas allí.

Me desperté abriendo los ojos de golpe en una cama que no conocía de nada. Estaba tumbada en una cama de matrimonio junto a 3 personas más, pero al parecer estaban tan dormidas que ni mis movimientos fueron capaces de despertarles. Me levanté poco a poco y me quedé por instante sentada en el borde pensando en todo lo que había pasado la noche anterior, estaba llena de toda clase de recuerdos, fue bastante raro salir con gente que no conocía de nada, pero por primera vez me sentí bien haciendo cosas y que no fuesen juzgadas. Hasta probé los cigarros, cosa que con Frida y compañía era imposible, porque enseguida te sacan la lista interminable de posibles enfermedades que podéis coger si fumabas. Cuando por fin me incorporé todo me daba vueltas, tenía una resaca horrible por la cerveza y más cosas raras que seguramente me hicieron probar, tenía la boca seca, no tenía ni saliva y las ganas de vomitar aumentaban cada vez que giraba un poco la cabeza. Aquella sensación era horrible. 

Cuando salí de la habitación en busca del baño pasé por el comedor, que se encontraba justo al lado de aquella habitación y allí estaba Ella durmiendo en compañía, al final fue ella quien se llevó al camarero a la cama. Cuando estaba en el pasillo abrí la primera puerta que vi y unos gritos salieron de dentro.

--AAA JODEEEER, CIERRA LA PUTA PUERTA-- dijo un chico

Acto seguido cerré la puerta de golpe y me quedé plantada delante, un poco descolocada por lo que acababa de ver. Tras la puerta vi un chico realizando el acto sexual, es decir, follando, realmente me quedé flipando porque no me esperaba ver un culo de buena mañana, un buen culo debo admitir. Después me dirigí a la cocina para beber agua y comer algo. El apartamentito no era muy grande y no tenía casi perdida y justamente cojo yo y abro la puerta que no era. Cuando el chico salió de su habitación iba acompañado de una chica rubia, bastante guapa, debo admitir y le acompañó hasta la puerta donde se despidieron, después entró a la cocina, justo donde estaba yo.

--¿Y tu quien eres mirona?-- me dijo con una sonrisa en la cara

Era un joven bastante atractivo, su pelo negro y desenfadado contrastaba con sus ojos marrones claros, eran color miel y tenía una mirada intensa en la que perfectamente te podías perder. Le caían algunas gotas de sudor que le recorrían por todo su cuerpo desnudo, había salido sin ropa y solo le tapaba unos calzoncillos.

--¿Me estás mirando el paquete "mirona" ?

--Dios no, no seas guarro--contesté al instante.

--¿Tu nombre era...?--preguntó de nuevo

--Soy Valeria, amiga de Ella

--No sabía que mi hermana tuviese amigas mironas-- volvió a repetir

--¡Que gracioso!-- exclamé con ironía pero totalmente avergonzada--No soy una mirona, simplemente me he equivocado de puerta.

--Esta casa tiene 4 puertas, no tiene pérdida ¿Seguro que no lo tenías planeado? Si hubieses querido te podrías haber unido a la fiesta-- me dijo mientras estaba apoyado en la encimera mirándome con curiosidad

--Creo que aquí el único pervertido eres tú.--le contesté vacilona-- Pobre chica, seguro que le has hecho pasar la peor noche de su vida. No pretendía seguir hablando con él y me giré para dirigirme a la habitación y coger mis cosas para irme a casa, pero algo me detuvo.

--¡Qué haces! ¿Por qué me tiras agua capullo?

--Me llamo Néstor "mirona" por si te interesa-- me dijo con una sonrisa-- Y a la próxima que entres a mi habitación te mato.

--Me la suda tu nombre, además probablemente no nos volvamos a ver.

Néstor dejo la botella de agua en la encimera y se acerco a mi tanto que casi podía notar sus latidos del corazón.

--Lo dudo--me dijo con una sonrisa en la cara--Te pongo nerviosa.

Lo que nuestros ojos callaronOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz