Tres Amigas y Cuatro Idiotas✓

Momentos calientes y no tan calientes

Buenas queridos lectores*sonrisa nerviosa* sentimos profundamente no haber actualizado en todo este tiempo y les prometemos no abandonar esta maravillosa historia que tanto nos ha unido a mi mejor amiga y a mi; sin embargo, solo vine a decirles que habrán muchas sorpresas a partir de este momento ya que estamos llegando a una etapa que nos mostrará la cara de cada una de las tres locas amigas...

Disfruten de este capítulos bellezas.

Kimberly:

Me muevo de un lado a otro, percibiendo la ansiedad aumentar por segundos, mientras me asfixio al mantenerme encerrada en un lugar donde solo me provoca claustrofobia; a pesar de que es algo que nunca he sentido antes, no que recuerde.

«Me cago en la persona que inventó las putas celdas»

Vamos que me cago hasta en el mundo por girar. Maldita sea llevo más de veinticuatro horas aquí y la única mierda que me dan para comer es pan con agua, ¿Qué se creen estos?, ¿Qué soy un marrano? Se que no se debe despreciar la comida, pero es que ni los cerdos pueden comer esta mierda de pan viejo y lo peor es el tener mis manos más sucias de lo normal, ni siquiera he tenido la oportunidad de darme un baño, ocasionando que termine valorando esos momentos en mi bañera de espuma con sales esenciales que me dejan la piel de porcelana.

—Estoy hasta el coño de toda esta mierda —me quejo levantándome del suelo refunfuñado como la mujer desquiciada que soy; introduciendo mis dedos en mi cabello ya más dañado, solo sé que esto me está agobiando más de lo debido.

Desvío mi atención al rostro de la rubia que realiza una mueca negando como niña pequeña, a la misma vez que le sacó el dedo corazón conociendo ya lo que dirá.

—Kim, cuida ese lenguaje tuyo —me riñe Isabella.

—¿Quién eres, mi madre? —la encaro, pero ella sólo pone los ojos en blancos —. Piensas que me lo estoy pasando bien con toda esta mierda y encima esta porquería de comida, vamos que con sólo lo de mi hermano me las estoy pasando muy canutas aquí.

Ella asiente y como la amiga la cual calma a todos se levanta para darme una abrazo; repitiendo la misma cantaleta que todo estará bien cuando ella misma sabe que no es verdad, pretendiendo que puede ser la fuerte de esta sala, provocando que me sienta mas que mal por ella ya que siempre ha sido así, odia que suframos y ella no pueda hacer nada; lo puedo ver en sus enormes ojos azules.

Hemos estado en este puto lugar durante horas sin saber nada, Isabella esta tan mal que no besa a Theo, este no deja de darnos ánimos a todos, pero me estoy cansando un poco de su optimismo y estoy a nada de darle un bofetón haber si así cierra el pico. Tyler hasta ahora se a estado controlando más de lo debido manteniéndose sentado en una esquina, un poco encorvado con sus codos encima de sus piernas; cubriendo su rostro  y Simón... que puedo decir de este chico, el pobre esta a nada de
ahorcarse el mismo si con eso puede aliviar el dolor y la rabia que le causa el no saber que le pasa a su novia; más todavía cuando a cada nada observa la pequeña pulsera de oro que está en su brazo derecho, una que no había apreciado nunca.

Me acerco a su lado, queriendo darle fuerzas, pero el solo eleva su mirada seria; mostrando en sus ojos celestes la angustia que carcome su cabeza, queriendo camuflajearla con alguna emoción.

—No puedo creer que el karma esté volviendo después de todo —murmura, deslizando las manos por su rostro frustrado y con su voz quebrada—; he cometido tantos errores que no sabría decirte que estoy arrepentido ya que gracias a ellos soy l persona que soy ahora; sin embargo, nunca estuve consciente de que esto me terminaría pasando y menos cuando la mujer que amo es quien me está destruyendo más que nunca, y lo peor es que la sigo amando mas todavía al apreciar la fuerza que posee.