22| Incógnito

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¡Hola, hola!

Ya sé que me desaparecí un poquito mucho, pero esta semana ha sido mi semana de exámenes, muchísimo estrés, ya se imaginaran...

Sin embargo, he aquí su nueva entrega, espero les guste y la disfruten.

Sin más dilación, vamos a empezar...

Posdata: Por cierto, muchísimas gracias Maree, por ser tan constante en tu lectura y por cada uno de tus votos, espero que estés disfrutando de leerme.

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Nuevamente estaba repleto, pero esta vez no quería dar una mala impresión a los clientes interesados en mi book.

¿Es que este elevador nunca se vacía?

Al salir del ascensor básicamente, me metí en el papel de top model, potra, diva, diosa empoderada y no había quien me bajara esa idea. Quería impresionar a los clientes y retribuir la ayuda de Pablo.

— Buenos días Georgina, ellos son los dueños de las casas de moda más prestigiosas del momento, están ganando mercado rápidamente en Europa, y están dejando a España por lo alto.

Me acerqué a cada uno les tendí la mano y les ofrecí una cálida sonrisa.

— Pues bien, como tu book no es muy extenso ellos proponen armar una pasarela improvisada, y tomar unas cuantas fotos de prueba. Obviamente estaremos los presentes, presenciando todo el proceso. — levantó las cejas, esperando mi respuesta.

— Por supuesto, no hay problema – respondí.

Pablo, se levantó y abrió la puerta para todos. Salieron primero los clientes y después de ellos Pablo, quien me tendió la mano, sin dudarlo la tomé.

— No estés nerviosa, a ellos les gustó tu feed, sienten al igual que yo la frescura que aportas, a demás quedaron encantados con tu presentación. Nos facilitaste mucho el trabajo con tu total black. Que siento mucho haber olvidado... — terminó haciendo un puchero.

— No te preocupes, es regla general. Ya se me están pasando los nervios, veamos cómo sale esto...

Duró aproximadamente tres horas, la mayoría fueron poses libres, es decir, posaba según la ropa que me daban y así, algunas otras me dijeron lo que debía transmitir, el público al que se dirigía y demás. Fue muy entretenido, al fotógrafo parecía agradarle e incluso me daba directrices. Todos parecían contentos con mi trabajo, al finalizar el shooting, Pablo me pidió regresar a su oficina tan pronto me cambiara de ropa y así lo hice. Sin embargo, cuando llegué no estaba ningún cliente.

— Los clientes están fascinados contigo, porque le das tu toque hasta a las típicas poses, tienes los siguientes tres meses con trabajos asegurados – comentaba emocionado.

— Pues muchas gracias a ti, por creer en mí— respondí con una sonrisa

Nos despedimos y salí. 

Me sentía tan feliz, tan plena. Por primera vez no me sentí una tonta soñadora, sino más bien una persona capaz de alcanzar sus metas y cumplir sus sueños...

Tres horas después con cerca de veinte bolsas, ahí estaba yo, intentando parar un taxi, y es que es casi imposible con tanta cosa encima.

¡Qué fastidio!

— ¿Esperas un taxi? – vaya voz gruesa, por la mamá de la papaya.

— Emmm, sí, pero creo que no me ven. Además de que apenas puedo mover el brazo. — dije intentando estirar mi torso y ver el rostro del desconocido.

— Venga ya, dame algunas bolsas. Te ayudaré a tomar el taxi – tomó las bolsas, y me sonrió.

Cabello castaño oscuro, con algunas luces, algo ondulado, ojos celestes. No tengo palabras. Estoy embobada.

Muy lindo.

Pronto llamó un taxi y nos despedimos.

Qué triste.

Llegué  a casa, estaba completamente vacía. ¿Existe mejor momento para leer?. No lo creo.

— Hola, amor, tengo noticias para ti - dijo mamá, por su tono no estoy segura de qué estilo de noticias son.

— Ven mami, dime ya - respondí, ansiosa.

— Romina está embarazada, al parecer Daniel también será papá— soltó todo.

— Vaya, seré tía por dos más, eso me agrada— respondí.

— Lo que pasa es que el de Romina es un embarazo riesgoso— comentó mamá.

— Entonces, he de suponer que su madre por fin ayudará en algo, ¿no?— pregunto.

— Ese es el problema la señora, dice estar muy enferma, es decir repite el discurso que ya nos sabemos de memoria— responde algo cabreada.

— ¿Y ahora?— pregunté temerosa.

— Me tendré que ir mi amor, vendré algunos meses— dijo con una gran sonrisa y reteniendo lágrimas en sus ojos.

— Te extrañaré tanto, mamá— la abracé

— Y yo a ti, mi niña - respondió.

Y así pasamos  toda la tarde recordando anécdotas de cuando yo era aún bastante pequeña. Amo las tardes relajadas, de solo existir y sonreír, tal vez hasta llorar. Amo ser real, amo solo ser yo, sin filtro, algo loca...

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Y bien, ¿qué les pareció este capítulo?, ¿ideas del futuro de nuestra protagonista?

Agradezco a cada uno de mis lectores fantasma por dedicarme un pedacito de su tiempo, realmente tienen un cachito de mi corazón.

Deliciosa TemptacióDonde viven las historias. Descúbrelo ahora