Capítulo XII.

530 27 3
                                    

María Cristina


– ¡MaríaCris! – dijo alegremente Juan Pablo, deteniendo por completo la prueba de sonido.

– ¿Cómo te han tratado las bellas tierras bogotanas desde tu regreso? – preguntó Simón acercándose a nosotras.

– Como si nunca me hubiera ido. – respondí con una ligera sonrisa antes de saludar al resto de los chicos.

– Pero qué emoción desbordas. – mencionó sarcásticamente Isaza, provocando un pequeño silencio de mi parte. – era un chiste, ¿por qué me ven así?

– Mejor seguimos ensayando, ¿no? – comentó Martín dirigiéndose nuevamente a la batería. – por cierto, bienvenida otra vez. – gesticulé un "gracias" para luego acomodarnos y ver el resto del ensayo. La verdad era que el comentario de Isaza no estaba muy lejos de la realidad. El estar nuevamente en el Bogotá era una situación que me conflictuaba más de lo que me entusiasmaba; sólo generaba dudas entre la persona que creí ser antes de irme, y la persona totalmente diferente que llegó un año más tarde.

Dejando de lado la corta conversación que acababa de pasar, los chicos retomaron la prueba de sonido; y mientras tocaban, cantaban y ultimaban detalles finales para el concierto, Nath y yo conversábamos con el resto de los miembros del crew y con Pedro quién nos contaba muy emocionadamente lo mucho que significaba para todos ellos presentarse en Colombia. Al terminar, y antes de ir a cambiarse, decidieron tomar una foto grupal que quedaría para el recuerdo de una gran noche; llamaron a todo el equipo, a Alejandro quién hasta el día de hoy supe de su participación en Morat, a su novia, e incluso a Nath y Laura para ser parte de ella. Torpemente fingí recibir una llamada para salir del escenario y evitar un momento incómodo para todos porque sabía que mi nueva "amistad" con los chicos era demasiado reciente como para invitarme a posar con ellos. Caminé en dirección a los camerinos, y con el celular pegado a mi oreja le hice señas a Villa de que los vería cuando acabaran.


[...]


8:00pm


Juan Pablo Villamil

– ¿Qué se siente? – Preguntó de repente María Cristina, sacándome de mis pensamientos. – tener fans. Ya sabes, que se mueran por verlos, abrazarlos y hablar con ustedes así sea sólo por un par de minutos. – agregó al ver que no entendía lo que decía. – siempre me lo he preguntado. Y ahora que lo viví por primera vez, de cierta forma, fue extraño... me refiero a que lo viví con ustedes. – dijo después de una corta pausa. – es decir, verlos a ustedes... conociendo fans. – explicó finalmente. – ¿qué es tan gracioso?

– Tú. – respondí con una risita. – eres muy mala intentando disimular que no eras de las fans que se mueren por vernos, abrazarnos y hablar con nosotros. – bromeé ganándome una mirada matadora de su parte.

– Cálmate estrella. Llevo como dos minutos siendo su fan. – respondió juguetonamente.

– Bueno ya. Siéndote sincero, para nosotros todavía se siente irreal todo este cuento de ser famosos; que la gente quiera saber sobre cómo era tu vida antes del salto a la fama, y tu familia, y con quién estás, y de dónde vienes, y todas esas cosas. Lo más curioso es cuando de alguna u otra manera encuentran toda esa información y luego ves fotos o vídeos tuyos, que ni sabías o ni recordabas que existían, en Instagram o YouTube.

– ¿y si lo pueden disfrutar así?

– Estoy un 90% seguro de que ninguna persona famosa diría que le gusta o está cómoda con eso la mayoría del tiempo; pero es algo con lo que tienes que aprender a vivir desde el momento en que aceptas esa faceta tan diferente en la que te estás metiendo.

Cosas del Azar (Juan Pablo Villamil y Tú)Where stories live. Discover now