34. "-¡No estoy mintiendo!"

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Narra Kendall McCartney

Creí que esto duraría menos, pero me ha tomado todo el tiempo desde que llegué al instituto, 30 minutos, para ser exactos.

Ya no había nadie en los pasillos, y si lo había, me miraban hasta atravesarme los cesos. Todo por culpa del beso de ayer.

Y ese era el motivo por el que estaba fuera de clase, el beso de ayer. Resulta que, como me lo esperaba, todos hicieron un maldito e innecesario “reportaje” de todo lo sucedido ayer. Mi pregunta para todo esto es simple: ¡¿A quién demonios le importa que me de un jodido beso con Kendall?!

Ah, lo olvidaba, a las fans de Kendall, las que lo acosan y stalkean como si no hubiese un mañana.

Están locas por Kendall y ya me iba haciendo una idea de más o menos quienes eran.

En fin, caminé por los pasillos con los libros de matemáticas en mis brazos, hasta que encontré el lugar que buscaba: “Sala de redacción”.

Miré el pequeño rótulo en la puerta y decía: “Sólo personal autorizado.”

Cerré la puerta atrás de mí después de entrar.

El salón estaba completamente vacío, habían varias mesas con computadoras de escritorio, cuadernos y cosas así. En una de las paredes, había una pizarra con una tabla, y ésta tenía el título de: “índice de ventas”. Iba en aumento. Miré la pizarra fijamente, ¿las ventas habían aumentado con todo esto de Kendall y yo? No... ¿En realidad a la gente le gustaba leer chismes?

Sentí mi celular vibrar en mi bolsillo trasero, así que lo saqué y encontré un mensaje de Kendall. Desbloqueé la pantalla y leí el mensaje:

¿Adonde estás? No te vi en la entrada y matemática aburre :(

Ayer luego de que me enviara ese mensaje tan… raro, le respondí algo como: “Claro, ¿29 de febrero está bien?” y seguimos charlando, donde me explicó que sus hermanos le habían tomado el teléfono y enviado ese mensaje.

En fin, seguimos charlando hasta que me quedé dormida y me envió ese último mensaje hace medio minuto.

Estoy en la sala de redacción, creo que no llegaré a clase.” Envié y un par de segundos después, respondió:

¿Puedo ir contigo? :)

Suspiré.

Quería que estuviera conmigo, pero si venía, solo entorpecería mi misión de descubrir quién es “T.” en realidad. “Misión” sonaba estúpido, pero no encontré otra palabra ideal.

Estoy ocupada, Kendall.” Envié y guardé el aparato en mi bolsillo. Empezé a revisar cajones y las computadoras, pero nada importante aparecía.
Minutos después, escuché la puerta abrirse, y me sentí jodidamente asustada. ¿Y si me suspendían por entrar en un lugar al que no estoy autorizada entrar? Además de que estoy escapada de una clase.

Busqué un lugar para esconderme, pero la puerta se abrió, dejándome al descubierto. Solo me quedó mirar y...

—Me asustaste.–dije soltando el aire que contenían mis pulmones.

—Lo siento–se alzó de hombros y sonrió cerrando la puerta atrás de él–, te dije que estaba aburrido.

—No puedes salir de clases simplemente porque sí.–le regañé mientras se acercaba a mi.

—Claro que sí.–sonrió mostrándome sus dientes.

—Perderás la materia.

—Te copiaré en los examenes.

Kendall y KendallWhere stories live. Discover now