7 DÍAS EN EL PARAÍSO

CAPITULO ONCE

 El mayor inmediatamente pasado lo anterior obvio espero pacientemente a que todos terminaran de comer, tampoco fue tan desesperado en apurarlos a terminar lo que les faltaba, ni los presiono con que pidieran la cuenta rápido, ni muchos en caminar con ellos, claramente tampoco de despidió de ellos casi corriendo, ni se tropezó cuando estaba por el entrar a su suite, obviamente no pasó nada de eso

El rizado entro inmediatamente a la suite que tenían, comenzó con prender la luz de la cocina que se encontraba ahí y siguió caminando "Lou, amor" llamo a su esposo, siguió caminando hasta la recamara trato de ver en la oscuridad pero no lograba visualizar nada, toco a tientas las pared en donde se encontraba el interruptor "Lou ya llegu-" prendió la luz y lo vio ahí, justo al lado de él, arrodillado con su cabeza gacha, simplemente parecía un hermoso sumiso "Mierda" susurro bajo el ojiverde

"Llegaste papi" dijo el menor sin levantar su cabeza y manteniéndose en aquella postura que se encontraba, estaba sobre sus rodillas, espalda recta y con las palmas de sus manos hacía arriba quedando posadas sobre sus piernas y cabeza gacha

"Pequeño porque estás haciendo esto" dice el contrario un poco confundido aunque tiene un pequeño conflicto con su lado a la afición de ser dominante

"Me puedo levantar"

"Claro que si" dice mientras se sienta en la orilla de la cama, escucha un pequeño "Gracias" y después de eso da unas pequeñas palmadas en su regazo para que el menor tome asiento ahí mismo, lo cual lo hace al instante "Porque haces esto cariño" dice mientras le da caricias a su cabello

"Sabes lo que hoy nos toca hacer, pero Harry yo sé que a ti te gusta esto" dice suavemente "Nunca me lo has dicho pero yo siempre lo he notado" hace una pequeña pausa y juega con las manos de su querido mientras que este solo agacha su cabeza "Me duele un poquito que no me lo hayas dicho, las relaciones también es como eso del bdsm, se trata de confianza no" hace esa pequeña pregunta obteniendo un asentimiento del rizado "Ves es lo mismo, solo que sin lo sexual"

"Pero si te decía eso me dirías que soy un enferm-"

"No amor, no eres un enfermo, si a ti te gusta algo está bien, y no porque a otra persona no le guste tú debes de dejar de hacerlo"

"Perdón" dice y lo abraza contra su pecho

Corresponde el abrazo "No te preocupes... pero me gustaría intentarlo, se cómo te pones cuando te digo papi" el rizado se tensa al escuchar eso "Ves, bueno quiero intentarlo si es contigo, quiero darte esto y que los dos descubramos algo nuevo en nuestras vida"

"Eres demasiado bueno para mi"

"Ambos nos merecemos cariño"

"De verdad lo quieres hacer" dice el rizado despegándose un poco del abrazo para poder mirarlo a la cara

"Claro que si... dime que quiere que haga, señor" besa su mejilla y se levanta del regazo del mayor

Respira profundamente, purificando sus pulmones para sí destensarse un poco "Por el momento necesito que te pongas igual a como te encontré al llegar aquí" dice este levantándose de la cama

El menor inmediatamente acata la orden que se le fue otorgada, regresando así justo al lado de la puerta que ya se encontraba cerrada, mentiría si dijera que no tenía algo de miedo, mezclado con nervios y a la vez excitación

El mayor al ver que este ya había acatado su orden se dirigió a aquel armario que tenían en su habitación y saco cada una de las cosas que iban a ocupar en día o mejor dicho noche de hoy, poso sobre la cama la cuerda, esposas, una venda para cubrir los ojos, el lubricante y regreso a ver a su amado para asegurarse que este seguía con su cabeza gacha así que debajo de la cama saco un bolso el cual contenía una barra separadora y un reach around vibrador curvado color negro, eso era uno de los accesorios que tenía guardados por casi dos meses, ya que cuando estaba de viaje por Italia no era su intención pasar por una sex shop, ni muchos menos ver los vibradores y obviamente comprar unos cuantos de esos