Todos tus secretos

64 4 0
                                    

"Adore you" de Harry Styles sonaba por toda mi habitación cosa que me hizo despertar bastante agitada, era muy temprano para que alguien llamara por teléfono, mi alarma ni siquiera había sonado todavía. Miré el reloj mientras agarraba el móvil que descansaba en la mesilla junto a mi cama. Ver el nombre de Sofía reflejado en la pantalla solo me hacía tener dos hipótesis: 1: quiere hacerme un interrogatorio sobre mi tarde con Raúl, 2: algo malo le había pasado (y creedme cuando digo que recé todo lo que me sabía mientras deslizaba el dedo para aceptar la llamada por que no fuese esta última). 

- Abre tu portátil o en tu móvil, mira lo último que ha posteado la cuenta de todos tus secretos - Solo con oír su voz pronunciando esas palabras me vino una arcada que amenazaba con vaciarme el estómago incluso sin haber tomado nada. Pulsé el icono del altavoz y rápidamente deslicé los dedos para entrar en el perfil, que a parte de tener el video de Isabela ahora también contaba con otros cuatro. Claro que los vi, pese a que cada vez que uno se reproducía mi respiración se hacía más y más pesada y sentía como una fuerza invisible me presionaba el pecho con tanta fuerza que dolía como si fuera a romperse. El momento en el que sentí que debía parar fue cuando el nombre de Raúl apareció en la pantalla pero no pude, fue como si algo me obligase a continuar viendo. Los videos habían hecho que sintiera que el tiempo se había congelado, tanto así que olvidé a Sofía que al otro lado de la línea esperaba una respuesta sobre lo que acababa de ver - ¿Y bien?

- No sé quien está detrás de esto pero está enfermo o enferma, pienso encontrarlo Sof, antes de que sea muy tarde - Apoyé el teléfono en la cama mientras las yemas de mis dedos entraban entre mi pelo hundiéndose en él. Entonces empecé a temer porque Javi me reconociera, por acabar como Olivia o peor, Acabar como Guillermo. El pánico me iba ganando la guerra, mi pecho se sentía lleno de plomo y mis piernas tan débiles que incluso el impacto de una pequeña ráfaga de aire haría que se derrumbasen como un castillo de naipes. 

Al terminar la llamada me desplomo sobre la cama de nuevo y tomo varias respiraciones pausadas. Quedarme en la cama maldiciendo el haberme cambiado de escuela en un momento tan crítico no va a ayudarme en absoluto. Trato de despejarme, para ello pongo "Nice to Meet ya" de mi adorado Niall Horan mientras camino hacia el closet para decidir lo que ponerme. Al final agarro una falda blanca, un polo de manga larga blanco también y una sudadera verde pastel. Después de la ducha y de haber comprobado mi outfit mas de diez veces en el espejo me pongo mis viejas confiables, unas converse blancas de bota con un poco de plataforma, definitivamente parezco salida de Pinterest. Agarro la bolsa con el archivador y el estuche, al no tener tarea dejé ayer mis libros en el locker para no llevar tanto peso en la bolsa. Tomo de mi escritorio "Mujercitas" de Jane Austen, me lo estoy leyendo porque le prometí a Lua que lo haría, es su libro favorito. Bajo a la cocina y pongo en una taza el café mientras camino para poner en la tostadora dos rebanadas de pan. El timbre suena y doy un pequeño salto por el susto, he estado a punto de regar el café en mi sudadera así que para ahorrar en disgustos dejo la taza en la encimera y camino hasta la puerta.

Siento como se abraza a mí y agradezco haberle visto antes de que lo haga porque si no lo hubiese reconocido hubiera agarrado un paraguas y le hubiera golpeado. Oigo a Raúl suspirar, como esas veces que lloras y se te entrecorta la respiración. Me necesita, o eso es lo que mi ego quiere creer, así que lo abrazo con fuerza mientras acaricio su espalda. No sé cuanto tiempo pasamos abrazados pero al separar veo sus ojos y por lo rojos que están deduzco que lleva un rato llorando. Cierro la puerta y agarro su mano caminando hacia la cocina, saco una banqueta para que se siente y camino agarrando una taza, lleno la tetera y pongo el agua a calentar. No quiero que se sienta forzado a hablar así que mientras Raúl toma su tiempo para hablar yo sigo preparando el desayuno, ahora para ambos. Dejo las tazas sobre la mesa y saco las tostadas de la tostadora poniéndolas en un plato. Cuando todo está en la mesa me siento en una banqueta frente a Raúl que mira cabizbajo al suelo. 

Bellyache; Control Z.जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें