Capítulo 4: ¡Hola, Oficial!.

Start from the beginning
                                    

-Gracias por la información, me será útil para cuando mi hermano vuelva a visitarme.-Dijo la mujer, sonriente.-Pero no es ese tipo de favor, más bien, era pedirte si podías acercar a Leah a su casa luego de que su turno acabe. Su auto casualmente se averió ayer, y su hermano Seth no puede venir por ella.

-¿Le estás pidiendo a un desconocido que acercara a tu amiga a su casa?.-Preguntó Bautista.-Que buena amiga.-Dijo con su tono sarcástico.

-Guarda tu sarcasmo para quien no lo entienda, Bautista.-Dijo Marlene, ojeando las páginas de su carpeta roja.-Además, tengo la palabra de tu madre.

-¿De qué hablas?.-Preguntó el chico, confundido.

-El auto, este que tienes ahora, lo ha arreglado mi esposo, exclusivamente para ti.-Dijo Marlene.-Era mío, pero eventualmente lo cambié. Y necesito que lleves a Leah a casa, así que, o me haces el favor, o desde ya te digo cual fue el porqué cambié de auto. No fue bonito.

Bautista Williams era un fiel amante del rock, de eso no había duda

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Bautista Williams era un fiel amante del rock, de eso no había duda. Fuera donde fuera, oía música de ese género, sin importar con quién estaba o que hacía, él oía las canciones de sus artistas favoritos todo los días.

Ahora, en este momento, Bautista iba conduciendo en dirección de la casa Clearwater, con una Leah muy malhumorada a su lado en asiento del copiloto. La mujer iba de brazos cruzados y mirada asesina. El muchacho tuvo que apagar la música porque la mujer a su lado casi lo arranca del automóvil. Él era amante de la música, pero prefería llegar vivo a su casa ese día.

-Bueno, voy a preguntar.-Dijo Bautista, sin quitar la vista del oscuro camino. Leah lo miró con mala cara.-¿Por qué el malhumor?. ¿El cari-feo te ha dicho algo?.

-No.-Dijo Leah, cortante. Volvió su vista al camino.

Otro silencio. No era incómodo ni mucho menos, pero para una persona tan hiperactiva como lo era Bautista, el silencio era una muerte lentamente dolorosa.

-Y...-Trató de retomar el chico.-¿Qué se acostumbra a hacer?. Además de ir por la vida sin un solo abrigo.-Dijo mirando a la chica que iba solamente en musculosa a pesar de hacer un frío de congelarse.

-Ir a la playa, caminar por la reserva, y nada más.-Dijo Leah, suspirando y dejándose caer en el respaldar del asiento.-No debes llevarme a mi casa, Bautista, puedo caminar desde aquí.

-No hay cosa más linda que has dicho hasta ahora.-Dijo el muchacho.-No me malinterpretes, no me desagrada llevarte hasta tu casa, pero debía hacer algo antes de volver a la mía. Y Marlene amenazó con volver a romper el auto si no lo hacía, no llevo mucho tiempo conociéndola, pero creo que es de las que cumplen sus amenazas.

Leah asintió silenciosamente y miró por la ventana sin interés alguno. Podía oler que sus hermanos estaban merodeando por el lugar, para ver que todo saliera bien y no haya inconvenientes o accidentes por el malhumor de la loba. Bautista miró de reojo a la chica y sonrió.

New Happiness |7| L.COn viuen les histories. Descobreix ara