la hija de un narco [TERMINADA]

capítulo 18

   T/N. 

Iba camino a mi coche junto con Devan y Adrián cuando alguien me tocó el hombro haciendo que me girará y así encontrarme con Marian y Libardo.

—¿Si?— pregunte confundida

—T/N queríamos decirte que olvides todo lo que te dijo Jean esta mañana vosotros tenéis que seguir como hasta ahora, Jean esta fatal con lo que ha pasado— Dijo Marian

—Es que es verdad lo que dijo... No puede confiar en alguien que le guarda secretos y yo soy ese tipo de personas... A mí también me duele pero está hablado— dije con indiferencia

—Pero el te ama...— me respondió Libardo

—Yo... Yo también lo amo pero no soy para él, estará mejor sin mi de verdad— le respondí mire a mi hermano el cual me observaba atentamente y solo baje la mirada —Adiós...— me di media vuelta y me fui al coche

—T/N será mejor que yo conduzca dudo que tú puedas— dijo mi hermano y no me opuse

Subí en el asiento de copiloto y los primeros 10 minutos de trayecto a casa fueron puro silencio hasta que mi hermano dio un suspiro muy audible

—T/N cuéntaselo...—

—¿El que?— pregunte confundida

—Cuentale a Jean el secreto— le mire sorprendida al igual que Devan desde los asientos de atrás

—¿Estas loco? Como crees—

—¿Tu confías en él?—

—Si...—

—Pues ya está, cuéntaselo y sean felices juntos me niego a ver como mi hermana va por la vida como un zombie por culpa de algo que ella no eligió ser, Tu no elegiste ser hija de un Narco y te mereces tener una vida normal como cualquier chica de tu edad, mereces ser feliz y sé que jean te hace de feliz y lo va a hacer siempre—

—Papa lo mataría y me mataría a mi después— dije sin esperanza alguna

—Yo me ocupo de eso... Yo solo quiero verte feliz me da igual lo que pase y lo que piense Papá, ya te he visto sufrir mucho por el secreto y siempre lo paso fatal—

—Opino lo mismo T/N, yo siempre voy a estar para apoyarlos— comento Devan

—Asi que... Vamos a casa de Jean y le vas a explicar todo— dijo cambiando de dirección

—¿Y qué pasa si se asusta y no quiere tenerme cerca?—

—Estoy seguro de que no pasará, Siempre estaré para apoyarte hermanita—

Di una pequeña sonrisa y minutos después llegamos a casa de Jean.

Le di un beso en la mejilla a mi hermano emocionada y baje del auto.

Subí las escaleras y toque el timbre de la puerta y en ese momento me abrió jean me miro algo confundido y yo solo rodeé su cuello con mis brazos para estampar un largo beso en sus labios carnosos.

Nos separamos por falta de aire y le mire fijamente

—Te voy a explicar todo— susurré para luego volver a besarlo

Jean me agarró de la mano y me llevo a su habitación cerrando la puerta tras nosotros y sentando nos juntos en la cama

—No se si estoy haciendo mal en contarte porque sé que me voy a meter en un serio problema y seguramente a ti también... Pero te amo y no me imagino un futuro sin ti jean en tan poco tiempo te volviste una persona tan especial para mí—

—Yo también te amo y sea lo que sea siempre estaré a tu lado apoyándote en todo— me contestó para luego acariciar mi mejilla

—Jean... Mi papá es Narco y cuando cumplimos 16 años mi hermano y yo nos metió al negocio , hay gente peligrosa ahí afuera que busca la manera de hacerse con nosotros entonces por eso siempre aportamos armas por si acaso. Jean yo no decidí ser esto jamás en mi vida aceptaría si alguien me lo dijera pero es mi papá el me crió estuvo siempre y no puedo fallarle por eso contándote esto me estoy metiendo en un problema gigante no quería contartelo ni meterte porque tengo miedo porque te puede pasar algo pero mientras estés conmigo o da igual si no lo estás jamás dejaría que te pasara algo malo, preferiría que me matasen a mi antes que a ti— se me salieron unas lágrimas

—T/N... Gracias por contarme te amo con locura y se que esto no es tu culpa, como dije siempre estaré para ti  y quiero que sea siempre así por eso quiero pedirte que seas mi Novia, me harías la persona más feliz del mundo—

Me quedé en shock durante varios segundos pero luego reaccione abrazándolo fuertemente

—Si si si si si— dije emocionada y aún llorando

— Te amo con locura cielo— me miro y me secó las lágrimas