To Sir, With Love // Ziam

13: It's You They Add Up To

Dedos enredados, piel bronceada, hombros tensos, sonrisa tensa. Tinta fresca en la muñeca. La camisa abotonada hasta arriba, la corbata ceñida al cuello. Un escalofrío recorrió la espina dorsal de Zayn mientras su mente revoloteaba de un detalle a otro, un millón de preguntas recorriendo su cabeza mientras intentaba dar sentido a la escena que tenía ante él.

Liam soltó la mano de Doniya y se alejó de ella casi inmediatamente, pero fue demasiado tarde. Zayn ya los había visto tomados de la mano y sabía que nunca podría dejar de verlo. Apartó la mirada del rostro de Liam, con los ojos bajos y los dientes mordiéndose el labio inferior, para mirar a su hermana. Ella seguía sonriendo como si se tratara de una ocasión feliz, y Zayn no creía que pudiera sentirse peor que en ese momento.

Se equivocaba.

"Zee, me gustaría que conocieras a mi novio, Liam. Liam, este es mi hermanito, Zayn", dijo ella, señalando entre los dos. "Oh, espera, ¿supongo que ya se conocen? ¿No solías trabajar en la escuela de Zayn? No sé por qué nunca..."

Doniya siguió parloteando, pero Zayn no pudo comprender lo que decía, mi novio Liam, mi novio Liam, repetía una y otra vez en su cabeza.

Volvió a centrar su atención en Liam, observando que, por una vez, el sentimiento de culpa escrito en su rostro era bien merecido. El ojo izquierdo de Liam estaba un poco hinchado y teñido de un desagradable color morado oscuro, y Zayn tuvo que contenerse para no hacerle un moretón a juego en el lado derecho. Creía que había llegado a saber lo que era el dolor en los últimos seis meses, pero mientras los pensamientos de la noche anterior pasaban por su cabeza, nunca se había sentido más bajo que en ese momento, y todo era culpa de Liam.

Doniya se alejó en busca de sus hermanas, completamente ajena a la rabia asesina que sentía Zayn y al hecho de que estaba saliendo con un completo imbécil, pero Liam se quedó en el vestíbulo con Zayn. En cuanto oyeron las voces de las chicas procedentes del salón, Liam dio un paso adelante y buscó con la mirada a Zayn mientras empezaba a hablar con una rapidez imposible, con palabras que salían de él en un tono bajo.

"Lo siento mucho, Zayn. No tenía ni idea de que fuera tu hermana... ¡ni siquiera tiene tu apellido! No podía creerlo cuando nos detuvimos afuera, pero pensé que me había equivocado, o que tal vez te habías mudado o algo así. Ni siquiera sé qué decir, excepto que lo siento".

"¿Lo sientes?" Zayn siseó, con su ira pulsando a través de él, encendiéndolo desde adentro hacia afuera de la peor manera posible. "¿De qué parte te arrepientes, Liam? ¿De que me hayas follado anoche a pesar de tener novia? ¿O por haber engañado a mi hermana? O tal vez lo sientes porque te has estado acostando con ella cuando se supone que me estabas echando de menos!"

"Zayn, yo no... nosotros no..."

Zayn no le dio la oportunidad de terminar, no es que hubiera podido de todos modos, ya que Doniya estaba entrando de nuevo en la habitación. Le lanzó una pequeña sonrisa -más bien una mueca, en realidad- mientras se dirigía a las escaleras. "Lo siento Don, me alegro de verte, pero no me encuentro muy bien. Creo que voy a acostarme".

"Está bien, amor. Te llamaremos cuando la cena esté lista", dijo ella con dulzura, lo que sólo hizo que Zayn se sintiera aún más mal.

"No te molestes", murmuró en voz baja, seguro de que nunca más sería capaz de retener la comida. Giró la cabeza para mirar hacia atrás al llegar a lo alto de la escalera, pero rápidamente desvió la mirada al ver que volvían a estar uno al lado del otro. Un sabor agrio le llenó la boca, la bilis subió al fondo de su garganta. Esto no debía ser así. Se suponía que Liam debía estar junto a él, a su lado.

Cerró la puerta de su habitación de un golpe antes de arrojarse a la cama, apoyando la cabeza en la almohada para poder amortiguar sus gritos. Estaba literalmente furioso, con Liam, consigo mismo, con todo el puto mundo, pero estaba agradecido por la ira, porque mantenía el dolor alejado. Sacó su teléfono del bolsillo para poner música, con la esperanza de ahogar sus pensamientos.