Seis grados de separación

Comienza Como Una Mentira

Hay momentos en los que Xingqiu se pregunta si tal vez ha ido demasiado lejos.

Seguro, empezaron como "bromas inofensivas".

Y el dulce, modesto, perdonador y paciente Chongyun nunca cuestionó sus pistas, falsificadas o no. Con cada regreso junto con una mirada de decepción, Xingqiu se desesperaba por ofrecerle a Chongyun algún tipo de esperanza para levantarle el ánimo y revivir su entusiasmo.

Y con cada pequeña mentira piadosa, Xingqiu se hunde cada vez más en un agujero, cada cuento más grande que el anterior.

Quizás en un momento, Xingqiu tuvo suficiente conciencia de sí mismo para darse cuenta de que continuar por este camino era insostenible, pero tampoco puede regresar.

Ya había ido demasiado lejos, más allá del punto sin retorno. Porque Chongyun no puede averiguarlo.

Xingqiu ni siquiera quiere imaginar cómo reaccionaría el exorcista si descubriera que todas estas supuestas pistas eran una artimaña, una farsa inventada por alguien en quien pensaba que podía confiar.

Xingqiu teme esta inevitabilidad, de hecho, una inevitabilidad porque no es tan tonto como para no reconocer que Chongyun lo descubrirá, tarde o temprano.

Solo espera que Chongyun tenga la capacidad de perdonar este tipo de traición.

Porque si hay algo que Xingqiu se ha dado cuenta en todo este tiempo que ha pasado dando vueltas historia tras historia en un intento desesperado por mantener el estatus quo, es que no puede soportar perder a su querido Chongyun.

Pero también sabe que Chongyun tendrá todo el derecho a resentirse con él, y el confiado exorcista difícilmente podría ser culpado por tal reacción.