Lawliet en Shumatsu no Valkirye

Capitulo 2

Era una regla tacita que cualquier persona que fuera portadora y haga uso de una libreta de la muerte seria condenada a un eterno sufrimiento, no solo en vida, sino también en la muerte.

Probablemente Light estaría ahora mismo vagando por el mundo shinigami, después de todo habían pasado años desde la muerte de L en el mundo mortal, y a Ryuk no podía serle más indiferente el futuro de Light.

Varias preguntas se arremolinaban en la mente de L...

Primero, cabía la posibilidad de que esto no fuera nada más que un farol para agregar ingredientes a un plan que se cocía por encima de él.

Segundo, si las almas fueran algo tan simple para los shinigamis que incluso uno de ellos pudiera manejar un alma mortal como si fueran simples monedas, entonces tendría sentido el por qué el estaría acá.

Pero faltaban piezas en la tabla de ajedrez...

L no era ajeno a las reglas de la libreta de la muerte, y recordaba perfectamente la regla en la que los shinigamis no podían volver a su mundo hasta que el portador de la libreta de la muerte muriese o renunciara a la libreta.

Habiendo visto el rostro psicópata de Light al último segundo de su vida en el mundo mortal, L estaba 100% seguro de que Light no cambiaría su forma de pensar, aunque estuviera en presencia de un dios, entonces solo había una posibilidad.

Light había muerto, pero ¿hace cuánto?

No cabía duda de que Light no estaría en el mundo mortal conservando su vida por mucho tiempo más que el...

Entonces, la respuesta se ramifico en más preguntas, como si fuera la raíz de un árbol.

Si cabía la posibilidad en la que L no hubiese sido nada más que un alma sin conciencia que hubiese despertado cuando Ryuk quería, entonces los shinigamis eran algo mucho más complejo que solo un dios de la muerte.

L indirectamente se percató de la muerte de Light y del fracaso de formar un nuevo mundo según sus ideales, e inconscientemente sonrió...

Estos pensamientos no fueron nada más que un parpadeo en términos de tiempo en el mundo shinigami.

-Entonces... ¿Cuál es mi situación actual?

L sabia admitir cuando no sabía nada, y en este momento la simple especulación no bastaría para entender las leyes físicas de este mundo, ni siquiera las nuevas reglas que dominaban este mundo desértico y aparentemente interminable.

Lo único que hizo hasta ahora fue firmar un pacto simbólico para conseguir sus deseos, pero no era nada más que eso.

Ryuk carcajeo macabramente antes de sentarse cruzando sus piernas, sacando una de esas frutas secas que escondía en su cabellera se la comió.

-Es asquerosa... pero al menos puedo mantenerme a raya con esto. Bueno, hagamos esto rápido... Hace varias décadas el rey shinigami fue expulsado del consejo de los dioses, todo esto debido a sus políticas sobre cómo manejar la vida humana y su trabajo. No solo no querían que un dios de la muerte tuviera tanto poder sobre los mortales, sino que nos repudiaban por nuestra apariencia jajaja... pero no podían matarnos, éramos y seguimos siendo necesarios... es por eso que nos exiliaron a un mundo desértico que conecta con el mundo mortal.

Ryuk saco otra manzana del mundo de los shinigamis y con una tristeza que no podía ser vista se la comió de un bocado.

Algo estaba mal acá y L lo sabía, no solo la historia fue bastante vaga, casi al punto de parecer una simple historia de ficción para los niños, sino que hay muchos asuntos importantes que Ryuk omitió, ya sea por las leyes de los shinigamis, por pereza o porque es irrelevante, y L estaba curioso.