III

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Wei WuXian salió de su habitación y caminó por el puerto de Lotus Pier con los pies descalzos. Había esperado a que la noche llegara y solo se encontraran los discípulos haciendo el patrullaje nocturno. Se escabulló dentro del área donde se encontraban las rejas de los dragones y entró a una.

Normalmente solo habían discípulos cuidando las puertas, así que era sencillo meterse entre las rejas de las ventanas. Dentro solo habían dragones jóvenes, a los adultos se les llevaba al área que custodiarian.

Lotus Pier no tenía maestros domadores al momento, llevaba años sin haber uno, quizá desde la época en que Wei ChangZe vivió ahí antes de fugarse para recorrer el mundo con Cangse SanRen. Él había sido él único domador de Yunmeng Jiang y no estuvo mucho tiempo en su puesto.

Tal vez esa era una de las razones por las que Jiang FengMian lo había convertido en domador. Para seguir con el legado de su padre o algo parecido. Quizá también por eso lo había acogido en primer lugar, Wei Ying nunca supo la razón exacta. Tampoco preguntó.

Pero sabía que su hermandad con su padre no había sido una razón de peso que lo llevara a recogerlo de las calles. Por más que su padre perteneciera a la segunda rama del clan Jiang y Wei Ying fuera un miembro de este por derecho, no creía que recoger a un pobre huérfano bastardo valiera la pena el odio y desprecio de Madam Yu.

Eso sería un tema de otro día.

Dos dragones con escamas de un tono café oscuro se acercaron a él y se acurrucaron a su lado, frotando sus cabezas en su costado. Wei Ying los abrazó, rodeando cuanto pudo con sus brazos, sintiendo el calor emanando de sus cuerpos. Los dragones eran criaturas de naturaleza caliente, sus cuerpos dejaban salir el calor que no salía en ráfagas de fuego por su hocico.

Wei Ying no lo supo hasta que alguien más lo descubrió por él.

◇◇◇◇◇◇◇

Secta Gusu Lan, Cloud Recesses.

Cuatro años antes.

La noche en que habían llegado a Cloud Recesses, fue una que jamás podría olvidar.

Había escuchado sobre un buen vino en la Ciudad de Caiyi. En el camino escondió unas cuantas jarras tras un árbol fuera de los muros de Cloud Recesses y planeaba beberlas al anochecer junto a Jiang Cheng y sus nuevos amigos, pero él único atrevido esa noche fue él. Logró salir con facilidad, el patrullaje nocturno había sido fácil de evadir y, bueno, él era bueno saltando muros.

Caminó con las jarras entre el bosque en busca de alguna cueva de dragón. Eran cómodos lugares para descansar si no te importa dormir junto a cadáveres de yaos, viejos y despedazados. Solo se quedaría en una un rato y volvería a la media noche. Al poco tiempo encontró una y encendió una fogata en el interior.

Destapó una jarra y la bebió hasta la última gota.

Luego otra.

Y otra.

Se tumbó sobre su espalda, observando el techo rocoso de la cueva. Se escuchaba el sonido del fuego sobre la madera y el viento moviendo las hojas de los árboles.

Se escuchó una rama romperse.

Wei Ying se levantó de un brinco y miró hacia la entrada, esperando a lo que se acercaba. Se transformó en dragón sin pensar en el espacio hasta que tuvo que agachar la cabeza y las alas para salir de la pequeña cueva en la que estaba. Al salir extendió sus alas y las sacudió para después erguir su cuello. Miró hacia abajo y lo encontró.

Domador de Dragones |WangXian|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora