En un mundo donde el 80% de la humanidad tiene un quirk y el otro 20% son quirkless. Izuku Midoriya un chico que forma parte del ese 20% creerá que su sueño ha terminado sin haber comenzado, pero todo eso cambiará el día que conozca a quien cambiara...
Vemos a un ojiazul corriendo por un bosque llevando en sus brazos a un peliverde en cual parece estar desmayado.
El ojiazul siguió corriendo hasta llegar a una casa, donde rápidamente abrió la puerta para entrar y dejar al pequeño en el sofá.
Jak: (...)necesito tu ayuda —grito para que dé un momento a otro saliera un pequeño robot esférico del suelo—.
(si alguien tiene un nombre que le pueda poner, puede dejarlo en los comentarios)
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(...): que se le ofrece señor.
Jak: quiero que revises si el chico, está bien.
(...): enseguida señor —dijo el robot para empezar a escanear a izuku— escaneo terminado.
Jak: y como se encuentra.
(...): se encuentra bien, solo esta inconsciente y unos pocos raspones, pero su vida no corre peligro.
Jak: cuanto tiempo estará así
(...): no se preocupe señor, el joven puede que se despierte en cualquier momento.
Jak: bien, si es así entonces lo llevare a una habitación —dijo para cargar al peliverde y comenzar a caminar hacia las escaleras—.
(...): señor primero quiero decirle algo acerca del chico —dijo para detener el andar del ojiazul—.
Jak: habías dicho que su vida no corre peligro.
...: si señor, pero... —trato de habla, pero fue interrumpido por Jak—.
Jak: si no es acerca de la condición del chico, puedes decírmelo después —dijo para retomar su camino—.
(...): si señor —fueron sus últimas palabras para después volver por donde vino—.
Desde el día en que lo diagnosticaron quirkless, Izuku tuvo que soportar como todos a su alrededor lo menos preciaban, como nunca pudo tener el apoyo para poder cumplir su sueño, a quien fuera que le dijera siempre era las mismas palabras... no puedes ser un héroe sin un quirk. Su propia madre que, aunque no lo demostrara, él sabía que le preocupaba y eso era un peso con el que debía cargar, pero todo eso cambio en este momento en el que por fin había una persona que confiaba en él. Y ahora sabía que podía demostrar a su madre que no tiene nada de qué preocuparse.
Izuku estaba mirando atentamente a la persona enfrente de él. Aquel desconocido que le dijo aquellas palabras quería escuchar desde hace tiempo y que no dudo en decirle que podía cumplir su sueño de ser héroe.
Jak: pero, ten en cuenta que será peligroso. Aun así ¿Quieres ser un héroe?
Izuku: si, estoy consciente de eso. Aun así, quiero serlo... Quiero ser un héroe —respondió con determinación—.
Jak: bien dicho chico.
El ojiazul terminaría de hablar y se dirigía a la puerta saliendo de la habitación siendo seguido por el peliverde. Los dos bajarían por unas escaleras y el peliverde se sorprendería a ver la casa, pero más a ver como del suelo saldría un pequeño robot esférico que frotaría hasta estar en frente de los ambos.
