𝐎𝐉𝐀𝐋𝐀́ | 𝐋𝐄𝐃

𝕮𝖆𝖕 5

Horas después:
Navier:
Nisiquiera tuve tiempo de almorzar. Me preguntó si Reina vino a visitarme.

—Su majestad.—dijo la Vizcondesa Verdi preocupada.

—¡¿Cómo te atreves a acercarte a su majestad?!—dijo fuertemente Lady Artina.

—Tengo que decirle algo. Quizá ya no sea la dama de compañía de su majestad, pero me arrepentiría de no decirle esto...Creo que el Vizconde Lotteshu sabe algo sobre Lady Rashta y lo está usando en su contra.—dijo para luego irse.

Rashta.

—Su majestad. Eh...¿Puedo hacerle un pregunta?—se acercó Rashta repentinamente.

—Adelante.—dije.

—Es sobre Duquesa de Tuania.—dijo un poco dudosa.

—¿La Duquesa de Tuania?—pregunté confundida.

—¿Es una mujer de dudosa moral?—preguntó nerviosa.

¿De verdad me acaba de preguntar eso?

—La Duquesa de Tuania es una buena persona y una buena amiga.—dije defendiéndola.

—Pero...siempre está rodeada de hombre y pareja que disfruta la atención. No creo que eso sea apropiado para una mujer casada.—dijo.

—La Duquesa es popular con todos, no solo con los hombres.—aclaré.

—Pero en las fiestas solo la veo socializar con hombres.—Insistió.

—Es probable que así parezca porque los hombres y las mujeres bailan juntos en las fiestas.—dije.

—Ay, no preguntaba para decir algo malo de ella, es que no tenía idea...—se defendió.

—Definitivamente, no es alguien que actúe indecentemente. Así que no vuelvas a mencionar el tema.—dije con cara seria.

—Si, su majestad.—hizo reverencia.

Luego de que se alejará me dirigí a mi habitación pero no dejaba de preguntarme ¿Por qué me preguntó sobre la Duquesa? ¿Acaso quiere que la nobleza olvide su rumor difundiendo rumores sobre la duquesa?

—Condesa Eliza. ¿Sabes si recientemente se difundieron malos rumores sobre la Duquesa de Tuania?—pregunte con curiosidad.

—No que yo sepa...oh...espere. Escuché que el Vizconde Landre comenzó a actuar como un cachorro enamorado después de bailar con la Duquesa en la ceremonia de año nuevo. —comentó divertida.

Creí que Rashta planeaba inventar rumores sobre alguien más para dejar de ser el centro de atención.

—Avísame de inmediato si escuchas rumores cuestionables.—dije para recostarme sobre mi cama.

—Lo haré, su majestad.—dijo la Condesa y se retiró.

Me dormí de inmediato porque estaba cansada y al día siguiente fui a mi oficina a seguir trabajando y vino Sovieshu.

—Quizá lo mejor sea que nos encarguemos rápidamente de nuestras tareas y nos vayamos un día antes, ya que toma varias horas llegar a la casa de campo imperial, ¿No lo crees?—preguntó.

—¿Disculpa...? Ah... estás hablando de mi viaje de cumpleaños.—dije.

—Realmente piensas en una sola cosa cuando estás concentrada en el trabajo. ¿Te parece bien que nos vayamos un día antes?—preguntó con una sonrisa.

—Sí, modificare mis planes para que podamos irnos.—dije dejando los documentos a un lado.

—...¿Recuerdas el árbol que plantamos en la casa de campo imperial?—preguntó.