𝐎𝐉𝐀𝐋𝐀́ | 𝐋𝐄𝐃

𝕮𝖆𝖕 9

-¿A la mujer que amas?-pregunté confundido. Pensé que él amaba a Rashta por como se comporta desde que la trajo.

-Sí Doyun, yo amó a tu madre aunque no lo parezca. Y también te amo a ti, perdóname por gritarte el otro día. ¿Me perdonas?-dijo y acarició mi cabeza.

-Si te perdonó.-Respondí y me levanté de la silla para abrazarlo. No pude evitar llorar por un momento pensé que ya no me quería.

—Sé que me exalte mucho aquel día. Pero no me gustó cómo te expresaste de tu futuro hermano o hermana.—dijo acariciando mi cabeza mientras yo lloraba en su hombro.

—Eso ya no importa. Mi mamá me hizo entender que aunque fuera hijo de Rashta podía jugar y cuidar de él.—respondí limpiando mis lágrimas.

—Me alegra oír eso, es bueno que hayas entendido. Te prometo que nada cambiará.—dijo y me abrazo.

Yo me senté en mi asiento, la noche pasó y estábamos muy alegres porque la fiesta estaba muy divertida y también porque pudimos conversar y bromear como solíamos hacerlo hace unos meses.

Navier:
Sovieshu se había disculpado con Doyun por lo del otro día, se podría decir que todo está bien pero la última vez pensé lo mismo y terminé consolando a mi hijo por la desilusión que se llevó al ver que su padre no había cumplido su promesa, así que tendría que esperar que cumpla lo que dijo con acciones y no con palabras.

Llegó el final de la fiesta y nos despedimos de todos los invitados, ya era muy tarde por lo que Doyun se había quedado dormido. Cuando terminamos de despedirnos Sovieshu cargó a Doyun y lo llevamos a sus aposentos. Lo arropamos, salimos y nos dirigimos a mis aposentos.

—Te agradezco de que hayas hecho entender. Sé que me vas a perdonar cuando los cambios con acciones y no con simples promesas, así que hoy dí el primer paso y haré todo lo que pueda para demostrarte que te amo a ti y a mi hijo más que a nada.—dijo y beso mi mano.

—Eso ya lo veremos.—respondí tratando de verme indiferente a sus palabras.

—Te amo.—se acercó y beso mis labios justo en el momento en el que llegamos a la puerta.— Nos vemos mañana.—dijo y se fué.

Parecía muy seguro de sus palabras y me hizo dudar por un momento pero todavía no sanaba las heridas que me dejó cuando rompió su promesa.

Los días pasaban, todo marchaba muy bien puesto que Sovieshu estaba demostrando que realmente quería recuperar a su familia pero el problema es que ahora tenía más dificultades como el embarazo de Rashta y el que su primogénito pasaba más con el Príncipe Heinrey.

—¿SU MAJESTAD, se enteró? El duque de Tuania le pidió el divorcio a la Duquesa. La acuso de que el hijo que tenía no era suyo.—dijo Laura cuando entró a la habitación. Me quedé pensando por un momento.

—¿Podría ser qué Rashta tenga que ver con esto?—dije pensando en voz alta.

—¿Rashta?— Cuestionó la Condesa Eliza.

—Ella estaba hablando con el Duque en el Baile Público.—respondí.

—Esa mujer, que no se cansa de arruinar la vida de los demás.—dijo Laura en voz alta.

—Laura, por favor cálmate. No estoy segura de que sea la responsable solo me pareció raro que se hablarán.—dije.

—Disculpe su majestad.—dijo Laura.

—Cambiando de tema su Hermano  va a regresar a la capital.—dijo la Condesa Eliza.

—¿De verdad?—pregunté y ella asintió.