5. Ojos bonitos.

43 8 2
                                    


DESCONOCIDO

    Adivinen lo que tenía guardado el nuevo pajarito les digo a las cosas de las jaulas, pero les tengo una mala noticia, no las utilizaré con ustedes, se la ilusión que les hace divertirse conmigo pero las utilizaré con alguien que de verdad se lo merece.

    Encadeno al nuevo pajarito en una esquina para cuando tenga deseos de jugar con él y coloco a la cosa rubia en forma de Jesucristo crucificado en la pared donde tengo las cuerdas preparadas para lograr esa posición.

    —¿Qué vas a hacerme?

    —Primero: ¿Qué le vas a hacer a tu madre?

    —Empezaré quemándola, de muchas maneras: con ceras de vela, fósforos, hierro caliente; para que recuerde cuando me quemaba con sus cigarros. Le sumergiré los dedos en aceite hirviendo. Después con un lanzallamas la quemaré hasta que muera.

    Cierro los ojos de satisfacción.

    —Un plan perfecto.

    —¿Por qué me encadenaste?

    —Te llegó la hora de tu regaño en forma de tortura.

    La rubia respira profundo y se preparó para lo que está a punto de vivir.

    Saco el cojín acribillado de agujas que guardaba mi nuevo pajarito en una de las gavetas de su cómoda y empiezo a convertir a la rubia en mi nueva forma donde almacenarlas. Una a una las voy clavando en diferentes partes de su cuerpo.

    Ella como toda una guerrera trata de reprimir los ruidos que salen de su boca a causa del dolor.

   Cuando termine de clavarle todas las agujas salgo en busca de un lanzallamas. Cuando casi me estaba rindiendo apareció uno, en el lugar que menos me esperaba; la casa del otro lado del lago, dónde vivían los pacifistas gais.

    Al entrar al Nead Fola mis oídos exigen ser arrancados, el nuevo pajarito tenía un llanto muy irritante, pero demasiado; ya ustedes saben que yo tengo una gran adicción por las súplicas, los sollozos y los gritos de miedo, pero a este no le encontraba ninguna armonía.

    Le golpeo la cabeza con el lanzallamas para dejarla inconsciente. Después lo dejo sobre mi despacho y tomo el cuchillo más filoso y manejable de mi colección; tenía deseos de terminar rápido. Le cortó la lengua con el cuchillo.

    Camino en dirección a la cosa rubia porque me hacía falta utilizar una aguja para coserle la boca al nuevo huésped. Después que termino de hacer la costura, subo al nuevo inquilino a una jaula vacía.

   Veremos qué es lo máximo que puede durar una persona sin comer ni beber agua.

Horas más tarde

    —Aquí tienes a tu mamá, ni se enteró, está muy drogada —le informo a la cosa rubia que se encontraba encadenada en un rincón.

    La rubia se para con dificultad ya que todavía tenía las agujas en su cuerpo.

    —Tranquila, te las quitaré después que tortures a tu madre.

    La tortura duro toda la noche y al amanecer me tuve que deshacer de las cenizas del cuerpo.

    —Good morning, my dear little birds —lo digo gritado para que se despierten—. ¿Cómo hallan mi inglés? ¿A qué he mejorado? Sean sinceros, no les pasará nada, solo les desmembraré un dedo. Anyway, hoy le llevaré un regalo a una persona muy especial para mí y quería saber la opinión de ustedes. Vuelvo enseguida.

    Coloco una silla frente a las jaulas y bajo un poco las mismas para lograr ver sus caras mejor. Cojo el papel que había escrito con anterioridad y tomo asiento.

Cúpla ✔️Where stories live. Discover now