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Tercera semana de julio, hoy lunes 12 me vino un bajón emocional suave, que estaba recostado en la cama que de pronto rompí el llanto en silencio y Kevin entró a la pieza, puso una cara de asombro.

- Mario... tranquilo amigo loco, ven acá.

Se acerca que quiso dar un abrazo, le decía "te quiero mucho amigo loco, te adoro y te amo de todo corazón" entre lágrimas; pasó el minuto que él secó mis lágrimas, respiré profundo cuando le digo:

- Siento un alivio amigo loco... te debo una.

- Jejeje no, yo te debo una.

Quise levantar de la cama y preparamos la mesa, al tomar el té le cuento otro relato sobre el feriado largo de junio.

- Te acorday el feriado largo de junio amigo jejeje.

- Sí amigo, el del año pasado y quiero escucharte.

Del 26 al 29 de junio del 2020, uno de esos días salimos a la avenida por lo que pusimos una cara de locos, en vez de "pitiaos" al sacarnos las fotos, fue un día viernes en la tarde.

- Uff bajamos rajados en la cleta amigo Kevin.

- Claro amigo Mario, bien rajados.

Bajamos rápido en bicicleta desde las 4 esquinas hasta la calle Balmaceda.

- Ay, prepárate pa' la vuelta.

- Casi chocamos al llegar acá.

Pasamos por la ciclovía que frenamos en el momento de andar y casi chocamos de lado.

- El frenazo compadre.

Al reírnos como locos pitiaos, todos nos quedaron mirando así como "what?".

- Oye, nos vieron jajaja.

Seguimos riendo y digo:

- Nos pillaron jajaja.

Pasamos por la avenida Aguirre hasta llegar al centro de Serena y apenas llegamos a Cisternas, nosotros decidimos hacer una pausa en una esquina cerca de las tiendas locales.

- La cagó amigo, el medio pique que nos dimos.

- En la subida amigo, incluso cortamos caminos.

- Claro, por cierto ¿tú trajiste agua?

- Sí, te la quiero pasar.

Pasamos a una panadería y compré 2 botellas chicas de agua, uno para mi y otro para él.

- Vale compadre.

Él tenía sed, bueno continuamos por la subida del Cendyr yendo hacia San Joaquín.

- Esa tarde fue bélica y brígida.

- Las medias subidas que nos pegábamos.

El sábado 27 despertamos un poco tarde, sin ver la hora y sentí una voz que decía "Mario despierta", abrí los ojos y Kevin como siempre atento.

- Ooooh menos mal que me despertaste, por cierto ¿qué hora es?

- Son casi las 9:00 y tranquilo, que el desayuno está listo.

Se había despertado antes que yo, a ambos nos costó levantarnos de la cama después del desayuno, por no decir el "desayunior".

- Anoche nos dormimos altiro.

- Sí, tenemos flojera parece.

- Claro, ayy esa subida de ayer quedé loco.

- Esa fue tu idea compadre.

El amor en los tiempos de la bicicleta 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora