La culpa crece en mi y me paró de mi lugar para sentarme a su lado, nos quedamos unos segundo así mientras que Isabella y Theo están dormidos. La primera tiene la cabeza en el brazo de Theo mientras este tiene la cabeza apoyada sobre la de ella. Simón por otra parte está muy inquieto caminando de un lado a otro alterado y con las manos en el cabello. Miró a Tyler pero el ni se inmuta en devolverme la mirada, tocó su musculoso hombro pero me aparta la mano. No me molesta nada de lo que esta haciendo porque tiene toda la razón, fui demasiado grosera con el.

—Lo siento —susurró y se que me escucha pero me ignora así que decido volverlo a repetir —. Lo siento, no quería tratarte así, estoy muy enojada con mi hermano y...

—Pues entonces deberías gritarle a él, no a mi —responde sin mirarme.

"¿Por que el condenado siempre tiene la razón?"

—Tienes razón —hablo bajo y el me mira de repente con los ojos bien abiertos.

—¿Qué has dicho? —esboza una pequeña sonrisa que me permito disfrutar por un tiempo.

—Si cabronazo, tienes toda la razón.

Se ríe un poco más fuerte, extiende uno de sus brazos permitiendo que me acurruqué a el poniendo mi cabeza en su pecho duro y ejercitado.

—Me estás atrapando cada vez más cabrón —no me preocupo en hablar bajo.

—Eso es bueno, ¿me darás el beso ahora? —pregunta sacándome una sonrisa.

—Te lo daré, pero no ahora —levantó la cabeza y depósito un beso en su mejilla.

Por horas nos quedamos en esa posición mientras Tyler me pasa las manos por el cabello haciendo que poco a poco vaya callendo en los brazos de Morfeo... Bueno en los de Tyler Broggi.

(.......)

Me despierto con el ruido de la reja abriéndose, abrí los ojos y lo primero que veo es a dos hombres parados allí con las manos en su espalda. Tyler también despierta y ambos junto con Simón, Isabella y Theo nos ponemos de pie.

Simón se exaspera al ver a los hombres que entran con rostros impasibles como si no nos estuvieran molestando más de lo debido.

El rubio no duda y se acerca al cuerpo de los hombres en un impulso más que molesto con su mandíbula apretada con mucha fuerza.

—¿Dónde demonios está mi novia? —cuestiona entre dientes.

—Donde debe estar, ahora quítate de mi camino que no vinimos por ustedes —lo echan a un lado y aunque Simón se niega se corre dejándolos pasar.

—Venga con nosotros señorita Fraga —me pide uno de los hombres y rápidamente el castaño me toma de la mano para esconderme detrás de él y yo no pongo objeción.

—Ella de aquí no se mueve —gruñe y los tipos ríen mientras uno saca un arma y apunta directamente al pecho de Tyler.

—El señor Fraga nos advirtió que si te metias en medio te mataramos sin piedad —informa el que esta sin pistola y yo me pongo delante de Tyler tratando de taparlo algo ilógico ya que le llegó un poco más abajo de la barbilla.

—No le harán nada porque iré con ustedes.

—Kimberly, ni lo pienses —me toma más fuerte del brazo impidiendo que de un paso por lo que me doy la vuelta poniendo una mano en su rostro.

—No te preocupes por mi, volveré —le aseguró depositando un beso en su mejilla.

El asiente y me encaminó a los hombres pero mi amiga Isabella me toma del brazo y me abraza.

—Pateale las pelotas a ese imbécil de mi parte —susurra sólo para nosotras dos mientras yo asiento.

Salimos del lugar y caminamos por pasillos oscuros sólo con algunos bombillos alumbrando el lugar. Subimos unas escaleras hasta llegar a una puerta la cual uno de ellos llama y la voz e mi hermano de escucha del otro lado dándonos permiso para pasar. Me introduzco en ella y me percató de que no es más que una simple oficina con escritorio, un pequeño minibar y una televisión.

—Retirence —despacha a los hombre su éstos a largan enseguida.

—¿Para qué me quieres aquí? —lo miró miró los ojos y el parecido que tenemos se vuelve nulo ya que sus ojos son pura maldad.

—¿Es verdad todo lo que dijiste aya afuera? —su pregunta me ofende.

—Maldita mierda. ¡¿Acaso piensas que inventé todo?! —grito a todo pulmón.

—Yo no pienso nada, sólo me sostengo de todo lo que me hicieron.

—¿Y que fue lo que te hicimos?, dime —pregunto más enojada de lo normal —. Vienes, me secuestras, sueltas una pila de mierda sobre mi familia y me dices ahora que nosotros fuimos los que hicimos.

Se queda callado mirándome mal por un buen tiempo, no da señales de vida dudo en si esta respirando pero cuando lo veo moverse la idea se me va de la cabeza.

—Nuestra —susurra.

—¿De que hablas?

—Es nuestras familia Kimberly —dice sorprendiendome.

—Perdona que te contradiga chato pero tú perdiste ese derecho cuando me gritaste lo mucho que los odiaban a todos —lo encaró y el se pasa las manos por la cara cansado.

Se levanta de su silla y se aproxima a mi, otro que me lleva tres cabezas. Hace ademán de tocar mi rostro y yo le pego en la mano llorando y molesta.

—No me toques, perdiste ese derecho hace unos minutos —lloró más y más cada vez.

—Lo siento pequeña —se disculpa y me sorprendo más —, primero tengo que arreglare todo.

—No puedes arreglar nada. Estas aquí aliado con un loco de mierda y encima me has tratado pésimo, ni si quiera me...

No me deja terminar cuando me toma en brazos y me abraza con fuerza. Por segundos no le correspondo al abrazo, sólo me dedico a darle puñetazos en el pecho a la vez que lloro y lloro sin parar, pero luego sin poder evitarlo envuelvo mis brazos en su espalda poniéndome de puntillas.

—Perdóname pequeña, juro que arreglaré todo esto, aún tengo dudas sobre nuestra familia pero lo solucionaremos juntos, ¿entendiste pequeña? —se separa de mi —. Ahora presta mucha atención a lo que te diré, Rubí nos ayudará, ella sabe como manejar a su padre así que ustedes sólo tienen que dejar de preocuparse y seguir todas las órdenes que les de, ¿bien?

Me pregunta y asiento, soy capaz de hacer cualquier cosa por salir de aquí y estar de vuelta con él.

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Hola amores aquí estamos con un nuevo capítulo es corto pero interesante, los queremos y muchos muas a todos.

Tres Amigas y Cuatro Idiotas✓ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora