ᴅɪғғᴇʀᴇɴᴛ • MYG

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—¿entonces te echaron de tu hogar? Que duro—comentó Jin en medio de aquel silencio

—Seokjin—reclame notando como Yoongi levantaba la vista en su dirección de una manera no tan agradable

Jin había regresado hace unos cuantos minutos con algo de comida para la cena. Yoongi se había mantenido observando todo a su alrededor, parecía algo impresionado y es que el lugar donde vivía tenía muchas más cosas que su cabaña.

Los cuatro nos habíamos sentado a comer y como era de esperarse suga comenzó a comer rápidamente, parecía muy hambriento y por lo visto las costillas que había tratado Jin eran de su total agrado, al igual que con Junsu.

— ¿cual es el plan?— pregunto mi amigo mirándome co atención

—¿con respecto a que?

—no puedes pretender que el se quede aquí sin hacer nada más, no podría durar más de una semana aquí encerrado Laika

—encontraremos una solución, estoy segura que podremos ocultar sus orejitas y su colita—dije segura

Yoongi río entre dientes.

—supongo que no puedo hacer nada para que dejes de decir orejitas— comentó mientras se limpiaba la boca con una servilleta—tampoco pretendo ser un inútil, tengo conociendo sobre algunos trabajos así qué tal vez pueda conseguir uno

— ¿y Enserio no piensas volver? Te lo digo porque mi amiga es una persona increíble y no soportaría que alguien la ilusionara con tonterías que nunca ocurrirán—Jin era un amor de persona, así que cuando se trataba de familia o amigos mostraba un lado duro para cuidarlos.

—eso no pasará— Respondió Yoongi —no pienso ir a ningún lado si ella no está ahí

—no creo que sea momento de hablar de esto—comente—junsu esta quedándose dormido y mañana tenemos que ir a dejarlo a primera hora y no Jin, no podemos quedarnos con el—mi amigo suspiró pesadamente al escucharme—así que vamos a dormir que mañana nos espera un día largo.

Con ayuda de Yoongi pude acomodar a junsu en el sofá de una manera cómoda para el, jin simplemente se despidió de nosotros y del pequeño antes de meterse a su habitación. Aunque el no lo dijera, mi amigo estaba agotado por los sucesos que transcurrieron a lo largo del día y no duda que su impresión ante todo había sido más grande que la que mostró.

Yoongi y yo fuimos directo a mi habitación, para mi sorpresa había un olor agradable por toda esta y no me pertenecía, supongo que aquel era el olor característico de Yoongi.

—Gracias por dejar que me quedara—habló a mis espaldas cuando yo intentaba encontrar la blusa de mi pijama.

—tú dejaste que yo me quedara contigo la primera vez que nos vimos, así que ¿por que yo no haría lo mismo? —dije dándome vueltas para poder observarlo.

Yoongi ya estaba debajo de las sabanas, una linda sonrisa apareció en su rostro al escuchar mis palabras.

—estaba nervioso al pensar que ya no me quisieras, estuvimos alejados por un tiempo y pensé que tus sentimientos habían cambiado.

—mis sentimientos siguen intactos Yoongi— asegure— así que no te preocupes por eso, aunque si te soy honesta— me acerqué a la orilla de la cama sentándome con cuidado ante de hablar—me gustaría que intentaras arreglar tu situación con tu hermano, la familia es importante y por lo mismo creo que sería bueno que intenten arreglarlo

—como dije antes; mi hermano es terco y  no cambiará pronto de opinión y mientras eso pasó—dio un par de palmaditas a la cama aún lado de él