capítulo 5

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Minato estaba en su despacho apresurando unos papeles porque quería hablar con ese cuervo. Los Hyuga le confirmaron que era el mismo que estuvo husmeando el lugar del accidente hace una semana. La doctora en servicio, Sakura, le aseguró que la de que se despertaría de un momento a otro, por otro lado su hijo mayor lo esperaba en el despacho por lo que suponía que ya lo había hecho. Al fin, ya había firmado el último folio cuando su hijo menor entraba.

— ¡Padre! —Naruto parecía que había corrido, se veía más agitado de lo que solía estar.

— Naruto... Creí que habías pedido que te encerraran —le habla su padre sin dejar de mirar los papeles de su mesa para confirmar para que ya finalizó con sus deberes.

— ¿Qué le vas a hacer? —tenía el ceño arrugado por la preocupación. Minato alza la vista ante el tono de voz de su hijo. Había cambiado de una agitado a otro totalmente serio. También era cierto que sabía del motivo del cambio de comportamiento de su hijo. Aquel cuervo.

— Voy a interrogarlo. Es sospechoso. Es el mismo que estuvo hace una semana en ese lugar —Tenía que dejar las cosas claras. El encaprichamiento de su hijo por el enemigo no quitaba que fuera uno de los principales sospechosos. Quizá también sea la única forma de encontrar una cura para lo que le ocurría a su alfa.

— ¿Quién lo va ir a interrogar? —preguntó Naruto acercándose a su padre.

Minato se puso en pie haciendo que Naruto parece de andar. Entrega los papeles a Kakashi indicándoles que había acabado.

— Iré yo mismo —sentenció— ni se te ocurra intervenir. Es el enemigo, ten en mente eso primero. En cuanto a los sucesos que has tenido con el cuervo, ya hablaremos.
Naruto no hizo ningún movimiento aparte de girar la cabeza para mirar caminar a su padre hacía la puerta.

— Kakashi quédate con él y vigílalo. Sakura ven conmigo —indicó el alfa.

Todos obedecieron. Antes de irse Sakura se quedó mirando a Naruto para indicarle que intervendría si fuera necesario. Kakashi por su parte indico a Naruto a que se sentara en el sofá al lado de la estantería.

— Kakashi...

— No Naruto. No voy a dejar que vayas tras padre. Puedo entender que creas que te guste el pájaro pero en realidad es simple estrés. Te sientes estresado por la preocupación que tienes por tu madre. Nada más. Y al verlo simplemente tus instintos saltaron. Tu animal es salvaje y no se puede educar. Solo hace caso a madre así que es solo por eso. No estás enamorado de él. Y la marca que le has hecho se irá. Los cuervos pueden tener varias parejas. Les da igual tener una mordida

Naruto iba a replicarle con alguna cosa, pero hasta que vino Sakura no sabía el nombre del otro. Hasta ayer estaba dispuesto a sacarle todo lo que sabía porque sí que sabía que ocultaba alguna cosa. Sabía que podría haberlo manipulado pero no podía evitar pensar en él como su pareja.

— Solo iba a decirte que tenía sed —Naruto sin mirarle a la cara.

Kakashi se acerca a la jarra de agua y le sirve agua en un vaso —. Naruto...

— Lo entiendo.

Minato se encontraba en frente de la celda junto con la joven muchacha.
— Sakura, informe.

La venganza del zorro (Libro 1) [EN EDICIÓN] (2/11)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora