Juguetes (V bottom)

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Ese día Volkov no había visto a Horacio. Se había despertado en la mañana, viendo una nota en la nevera diciendo que el Jefe Federal, debía de realizar una reunión importante en otro estado y que no volvería hasta el día siguiente.

Viktor como todos los días, había asistido al trabajo, mas ese día había vuelto a su casa bastante aburrido, pues lo único que había hecho había sido revisar archivos.

Al entrar, no sabía qué hacer: en la televisión no hallaba nada interesante, ese día no iba a estar Horacio cómo para cocinarle y no tenía ganas de salir.

Buscando qué hacer, subió al segundo piso. Dispuesto a ir a su habitación, tuvo que pasar por la de Horacio, divisando el color rojo de las luces y la colcha. No pudo evitar detenerse un momento a observarla.

¿Qué tendría H además de los dildos que estaban expuestos fuera de los cajones?

Por un momento Volkov, se sintió sucio. ¿Qué le importaba a él las cosas que tuviera su superior en su habitación?

Pero la curiosidad le invadía y sabía que su compañero de piso, no regresaría en ese momento para descubrirlo.

Con un poco de nerviosismo, V se acercó al banco que Horacio tenía en la esquina del cuarto, lleno de penes de plástico de diversas formas y colores. Tomó varios, probando la textura con sus manos. Nunca había usado uno ¿De verdad se sentiría bien?

Los dejó en su lugar con sumo cuidado, no quería que H se diera cuenta de que había movido alguno.

Luego, fue hacia la pared donde estaba el colchón rojo y lo palpó. Era bastante suave. Se sentó en la cama, abriendo ahora los cajones de la cómoda que estaba al lado de esta. En el primero, se encontró utensilios bastante normales: peines, gel para cabello, crema de afeitar. En el segundo, bultos de ropa, que por causa de la curiosidad, V no pudo evitar tomar, para después darse cuenta de que había extendido un bóxer color negro entre sus manos.

Volkov se ruborizó de inmediato, mas no dejó de verlo, sintiendo la tela de algodón entre sus manos. Parecía ser bastante grande, de seguro el tamaño era perfecto para Horacio.

Y recordando que en ocasiones ya había visto a H usando aquella ropa interior, con el resto de su cuerpo desnudo, guardó la prenda con velocidad intentando sacar de su mente aquella bella imagen.

Abrió el último y tercer cajón, sorprendiéndose con lo que allí se hallaba. Parecía un paraíso de la lujuria: Cajas de condones, esposas, correas, más dildos y un objeto pequeño que fue lo que más le llamó la atención al ruso. Este tenía forma de flecha bombacha, siendo plateado y con una especie de joya azul en la parte baja. V lo tomó observándolo con detenimiento, sin evitar voltear de vez en cuando a los dildos.

Sin darse cuenta, hallarse explorando aquellos objetos y estando en aquella carmesí habitación, le estaba empezando a acalorar.

Desabrochó su camisa blanca, cayendo pequeñas gotas de sudor por su cuello y pronto, sintió un apretón en su pantalón. Al divisar su propio bulto, decidió buscar algo entre ese último cajón, que encontró con facilidad.

Volkov sacó una caja de lubricante y un control remoto que se encontraba al lado de esta. Al querer saber de qué era, presionó el primer botón, para después enterarse de que el objeto plateado, vibraba.

+18 Que sea conmigo ~ Volkacio Oneshots 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora