-           Vaya. Soy famosa.-

-           Más de lo que crees. Y aún hay más.-

Me enseñó el otro vídeo, donde salía del agua de forma tan sugerente. No supe que decir.

-           Resulta que ahora no soy Adam, “el muro de Gales”, el nuevo fichaje del los Sydney Roosters. Ahora soy el tío suertudo que sale con este pedazo pibón.-

-           Lo siento, yo…-

-           ¡Lo sientes!, joder, ni de coña. Ahora soy un héroe en el vestuario. Y seguro que soy la envidia de más de 100 tíos.-

Miré el marcador de veces que se había reproducido el vídeo, y reí.

-           O tal vez de 345.242.-

Ambos rompimos a reír. Al final, mi seducción había servido para algo más que para alimentar una venganza. Adam tenía el reconocimiento de los “pichas bravas” de aquel país.

-           Ahora tendré que exhibirte más a menudo.-

-           Bueno, eso seguro. Ah, te comenté que me había mirado centros de masaje deportivo en la ciudad, para buscar un empleo complementario.-

-           Si, por qué.-

-           Esta mañana me han llamado de 5 de ellos para ofrecerme empleo. Y creo, que ahora sé porqué.-

-           Bueno, sólo puedo decirte una cosa… escoge bien. Tenemos una reputación que mantener.-

Le sonreí y volví a buscar el vídeo del helado. Me estudié desde aquella nueva perspectiva. ¡Joder!, si que era caliente.

-           Ah, tendrás que ponerte guapa para el viernes por la noche. Tenemos una inauguración.-

-           ¿Y qué inauguramos?.-

-           Ni idea, algo de una tienda de deportes, o de ropa, o de perfume, yo que sé. El caso es que el club tiene unas demandas por derechos de imagen o algo así, y me han sugerido que acudiera, acompañado a ser posible.-

-           Interesante. ¿Y cuanto dices que cobrarás por esa aparición?.-

-           Yo un pellizquito, pero la mitad se la lleva el club. Ahora bien, pensando como buen economista que soy. Si causas buena impresión, quizás para ti haya más inauguraciones y esas cosas.-

-           ¿Me estás diciendo que podría ganar un dinero como los “famosetes” que acuden a eventos?.-

-           Asúmelo, cariño. Ahora somos famosillos.-

-           Umm, si, quizás sea interesante.-

-           Si te aplicas, seguro que consigues una bonita suma en poco tiempo. ¿No me comentaste una vez que te gustaría montar tu propio negocio?. No sé, tal vez consigas lo suficiente para conseguir ese objetivo.-

-           Suena bien.-

Al final, el viernes acudimos de la mano a la inauguración de una tienda nueva, de una cadena de ropa y complementos muy conocida, pero que ahora no recuerdo el nombre. Me compré un vestido apropiado, acorde con mi nueva imagen de chica caliente y comprometida. Algo que decía “mercancía de lujo”. El “no tocar, propiedad privada” lo llevaba Adam estampado en su actitud.  Cuando posamos para el fotocol, Adam posó su mano en mi espalda, con aquel gesto tan caballeroso y posesivo. Adoraba cuando ese hombre se metía en su papel de novio.

Una nueva cazadoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora