Un paseo para recordar

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- ¿Perdona? ¿Hay alguien que se siente aquí? - me preguntó una chica de pelo color negro, que me pareció familiar.

- No. Puedes sentarte.

- ¿Tu?

- ¡¿Tu?! ¡¿Qué haces aquí?!

- Tomando el asiento de primera fila en la Súper Gala. ¿Qué crees que estoy haciendo aquí? Mueve.

- Muy gracioso. Tienes sitio para sentarte allí. - dije señalando una mesa al otro lado de la clase.

- ¿Me estas bromeando? ¿Crees que a propósito quiero sentarme a tu lado?

- No me importa. Estoy guardando este sitio para alguien.

- Sí, seguro.

- Pero no está aquí.

- Shh. Ojos en la pizarra. 

No puedo soportarlo. Mi enemiga esta aquí...¿Y está dando la misma clase que yo? ¿Qué hecho yo para merecerme esto?

Me preocupaba que la universidad fuera demasiado difícil para mí. Bien, por lo menos no me tengo que preocupar de eso ahora. ¿Espera, donde ha ido Anastasia, mi enemiga?

Ugh, me ocuparé de ella más tarde. Ahora estoy hambrienta. Voy a ver donde esta la cafetería. ¿Por donde?, pensé. Cogí la mochila que en él llevaba el mapa que me dio el de la recepción, pero, no estaba allí.

- ¿Estas perdida? - me preguntó Tom.- ¿Te puedo ayudar?

- ...

- Se me ha olvidado presentarme. Soy Tom.

- Lo sé. Quiero decir...Acabo de estar en la clase de Brown justo ahora. - dije mientras se me sonrojar.

- Verdad. Tu cara me parece familiar.

- ¿Me recuerdas?

- Tengo buena memoria. Entonces, ¿Cómo te ayudo...?

- Vera.

- Vera. Bonito nombre.

- Gracias. He perdido el mapa del campus. No puedo encontrar...

- ¿La cafetería?

- Sí.

- Te acompaño.

Nos dirigimos por la universidad hasta la puerta de la cafetería.

- Esta universidad es gigantesca. - exclamé.

- Sí. Me pasó lo mismo en mi primer día.

- Mi sentido de la dirección es muy malo. ¿Conoces "buscando a Nemo"? Bien, soy como Dory. - dije riendo.

- Jajja, sí me la he visto, es muy graciosa. Bien. Ahí está la cafetería - me dijo señalando una puerta a mi derecha, que contenía un cartel con la palabra: Cafetería. - Ah, toma, aquí tienes el mapa de la universidad.

- Oh, gracias, lo necesitaré. ¿Lo tienes contigo todo el tiempo?

- Tengo unos cuantos en mi mochila. Porque en algunos momentos a gente se le pierden.

- Podrías habérmelo dado antes... 

- ¿Y dejarte deambular por el campus, perdida como Dory?

- Punto justo. Gracias por ayudarme. Significa mucho.

- De nada. Te veo mañana, Vera.

- Vale, Tom. ¡Adiós! - dije despidiéndome de él y dirigiéndome hacia la cafetería a tomar un chocolate caliente y comer un bocata.

Rivales para amarWhere stories live. Discover now