Abismo de amor. ♡| JaeDo.

-Epílogo-

Edades:

Jeno:  12 años.

Jisung: 12 años.

Sungchan: 7 años.

Dejun: 4 años.

🍒

"Se anuncia que el Rey YoonOh y el Rey DongYoung coronarán a 2 de sus hijos como príncipes herederos del reino del infierno".

"Están invitados".

Un joven se encontraba en el ventanal de su habitación, esperando que el sol saliera para poder tomar un poco de aire fresco y así poder pensar y relajarse un poco.

Sentía mucha presión.

—¡Vamos Jeno! —decía Jisung sonriendo y alzando sus brazos—, ¡Mañana seremos príncipes!

—No me cabe en la cabeza como nos coronarán tan rápido, solo tenemos 11 años.

—12 Jeno, mañana cumplimos 12.

Jeno suspiraba algo agobiado de aquella situación, y es que estaba listo para ser príncipe del infierno junto a Jisung,

No podía incluir a Sungchan y mucho menos a su hermanito menor Dejun, ellos aún les faltaba tener la edad suficiente para comenzar a tener y manifestar sus habilidades.

Jeno temía terminar como su abuelo, JunMyeon.

Una vez escuchó como su padre Doyoung ordenaba que su abuelo, fuera cambiado de zona de castigo debido a la avanzada edad que tenía el Dios. Jeno comprendió que su abuelo no se había ido así por así, fue condenado al exilio y al castigo.

Jeno sabía la historia loca que sus padres tenían. El hecho de que su padre Jaehyun haya encerrado a su abuelo en el conocido "tártaro", se le hace bastante gracioso y hasta cierto punto raro.

Y también, según sus tíos, fue un acto bastante romántico.

—¡Cariño! —Doyoung venía hacia él—, Dime, ¿Ya desayunaste?

—No aún no, los estábamos esperando —decía sentado en su parte de la mesa.

Doyoung viajó a aquellas memorias donde todos esperaban a JunMyeon, y este no llegaba a tiempo. Suspiró, él ya tenía una familia y no repetiría los mismos pasos que él.

—Huele bastante delicioso, específicamente a orquídea.

Jeno volteó, el Dios Jaehyun estaba algo desvelado pero mantenía una sonrisa en su rostro, venía cargando a Dejun. 

—He recogido flores del jardín, Sungchan me ayudó y Tiffany se ofreció a ponerlas en los jarrones.

—Deberías de descansar, recién llegaste de visitar a tu papá —su tono se oía preocupado. Doyoung rió y con orgullo dijo que estaba perfectamente bien. Su padre había salido durante unos 4 días al palacio de su abuelo Yixing; debido a que el Dios cayó enfermo y era muy terco para tomar las medicinas que le recetaba el médico imperial.