23.

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"El tártaro"

⚜️

Sé que dije que no rompería la promesa y el trato que se hizo con el reino. Veía todo el caos desde el dragón, y solo pude pensar una cosa.

"Lo hago por él".

No es solo un simple atrevimiento, es una declaración de guerra al sujeto que ha sido injusto por años.

¡Ataque, Dios YoonOh! ¿O igual es un cobarde como su padre?  —gritó a una distancia considerable.

Lo observé— Mi padre no era un cobarde, simplemente no tenían los mismos ideales —contesté sin verlo.

No merecías ser rey —soltó finalmente. El Dios JunMyeon dirigía su cetro hacia mí y yo no quise quedarme atrás. Mientras él expulsaba sus truenos yo mandaba y dirigía las llamas hacia él.

¿No se mordió la lengua?

No sé en qué momento exacto sucedió, pero de un minuto a otro el fuego incrementaba al punto de no poder controlarlo completamente.

El Dios SuHo parecía haberse dado cuenta y aprovechando envío más de sus subordinados a atacar mi reino.

Miré a MinHo— ¡Se dirigen al palacio! —grité desesperado.

Entré en una clase de pánico, debería de ser muy atrevido para meterse en territorio peligroso.

¿Buscaba una invasión o buscaba obtener el inframundo?

MinHo asintió y dirigiendo una horda iba tras los guardias de SuHo, este último parecía aprovechar mi distracción para meterse en su reino.

Debo de admitir que desde mi "transformación" me vale completamente mi seguridad porque salté desde una altura considerable solo para evitar que SuHo lograra su cometido.

Entré, todo el reino era bastante diferente desde mi última visita. Me atacaban de múltiples formas, pero no recibía daño lo que me causaba duda.

Todo era un desastre, no estaba ahí para juzgar ni nada de eso. Pero tengo un encargo, mi objetivo era llegar al cuarto rojo y deshacerme de una vez por todas de este problema.

Pero...

Mi sorpresa fue encontrarme con Yukhei en medio del pasillo en posición fetal mientras solamente lloraba.

¿Dónde está? —le dije—. Yukhei no busco discutir solo responde lo que te pregunté.

Es mi culpa, todo este desastre es mi culpa.

Lo veía... Diferente.

Sabía que Yukhei no era tan cruel antes, sin embargo, verlo sin que esté a la defensiva y hundido en sus emociones me daba cierta lástima.

Sí, es tu culpa. Pero necesito que me digas, ¿Dónde está el cuarto rojo?

Temblando, me señaló un pasillo oscuro. El único que no tenía una iluminación en toda la construcción. Quería acercarme pero sentí como algo agarró mi tobillo, volteé hacia el origen de aquella fuerza; Yukhei no lloraba pero si impedía mi paso.

¿Después de todo sigues estando del lado de tu padre? —solté.

Nada de eso, si entras ahí te comerán —me dijo sin mantener la mirada—, esos espejos atacan en el primer momento que atraviesen su territorio. No les importará si eres un Dios; ellos harán lo que mejor saben hacer.

Abismo de amor. ♡| JaeDo.Where stories live. Discover now