La pequeña Stein

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Todos los Stein mayores estaban ya despiertos para empezar la esperada mudanza al pueblo de Wilson.

La Sra.Stein iba tocando todas las puertas de sus hijos e hija para que se fueran levantando, mientras que Valter preparaba un desayuno rápido para toda la familia. Se quedó parada en una puerta donde había colgada una H azul clarito con nubes. Abrió con cuidado la puerta, aún sabiendo que la pequeña monstruito estaba despierta gracias al monitor que le ayudaba a saber si se despertaba en medio de la noche, asomó la cabeza por el hueco de la puerta y divisó a la pequeña Heidi de frotándose los ojos con los puños.

Cuando Heidi se dio cuenta de la presencia de su madre le saludo mientras bostezaba.

- Buenos días mami.

- Buenos días pequeña monstruito - le dijo su madre mientras se acercaba a la cama de la pequeña.

Una vez despierta, su madre la ayudó a vestirse y asearse. Le colocó una falda roja junto con una camiseta de cullo alto negra y un lazo del mismo color que la falda en la cabeza para esconder la goma de pelo que se sujetaba la coleta del medio recogido que le había hecho.

Cuando llegaron abajo la Sra.Stein se encontró con todos sus hijos en la cocina menos la mayor, Heyden, la cual había partido a la nueva casa más pronto junto con Peerce.

- Buenos días - Dijo la madre, que recibió las mismas palabras por parte de sus hijos y de su esposo.

Mila sentó a Heidi en la silla al lado de Kaia y Heist. Le dio una magdalena ya que era la comida preferida de la niña.

Cuando la Sra.Stein se sentó en la mesa, todos empezaron a desayunar.

- ¿Cuándo nos iremos? - Preguntó Kaia mientras tomaba de su té.

- En una hora - Contestó Valter - o puede que dos.

- Heit...- llamaba la hermana menor con ojos de cachorro para que entendiera lo que quería.

Heist se rio mientras asentía, dando a entender que podía y la pequeña no tardó en levantar los brazos hacia el para que le ayudara a sentarse en sus piernas.

- ¿ Por qué Heidi siempre quiere estar con Heist? - Preguntó Kaia mirándolos.

- Porque tiene buen gusto - Le contesto su hermano mayor.

- Y porque es mi hermano preferido- dijo la pequeña

Kaia al oír tal respuesta lo único que hizo fue poner lo ojos en blanco.

- Cuando terminéis de comer os subís a vuestras habitaciones y os arregláis las cosas que os vayáis a traer. - Mando Mila a sus hijos.- Y por favor no tardéis mucho. Y quien termine primero que ayude a Heidi.

Cuando todos los Stein presentes terminaron de desayunar, fueron a terminar de arreglas todo lo que se iban a llevar.

1h después

Ya estaban todos los Stein en el coche, Valter estaba conduciendo, Mila en el copiloto mirándose en un espejo de mano retocándose el pintalabios mientras esperaba a que sus hijos subieran al coche.

- El sitio de en medio es mio- dijo Kaia

- No, es mio- dijo Heidi mientras corría para subirse en el asiento que quería.

Una vez que Kaia vio como su hermana salió corriendo, ella también empezó a correr pero tuvo la mala suerte que su hermana ganó.

- Ja, ahora te toca ir detrás.- Dijo Heidi burlándose de su hermana al ver la derrota.

- Hasta una niña de 5 años te gana. Te estas haciendo ya mayor eee.- se burló también Heist

- Venga ya, ir alguno de vosotros atrás, no es justo.

- Lo siento hermanita, pero los sitios ya están adjudicados.- Contestó Heist mientras le hacía el asiento hacia delante para que pasara a la parte de atrás del coche.

Al final le tocó hacerlo a regañadientes ya que su madre le dijo que no podían perder más el tiempo.

Finalmente estaban Frey en la parte derecha, Heidi en medio, Heist en la parte izquierda y Kaia detrás susurrando cosas incoherentes y con los brazos cruzando.

Una vez que empezó la marcha hacia el pueblo, Heidi se daba la vuelta para ver su hermana con malicia dándole a entender que ella siempre la iba a ganar en todo.

- Puta niña- Dijo por lo bajo la hermana mayor. Aunque lo dijera susurrando, su madre y todos los que estaban dentro del coche la escucharon. La Sra. Stain no tardó en darse la vuelta y mirar mal a su hija mayor.

Ante esto la pequeña Stein se puso a reír, haciendo que Heist también se riera.

- ¿Qué dijimos sobre las palabrotas delante de Heidi?

Kaia lo único que hizo fue decir que era verdad y se puso a mirar el móvil.

- Heist, cada vez que haga algo malo me vas a defender, ¿a qué sí?- Le dijo la pequeña al oído a su hermano.

- Claro que sí, si eres mi pequeño monstruito.

Heist tenía una gran debilidad por su hermana pequeña. Desde que nació fue la primera persona que le robo el corazón nada más verla a los ojos. Y no solo a el, sino a toda la familia. Ella era la pequeña princesa de la familia y a la que siempre iban a proteger dado su vida si hacia falta.

Aunque la pequeña podía tener peleas con sus hermanos y sus hermanas, ellos para ella también eran ellos muy importantes.