Capítulo 2: Buenas y malas noticias

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Llegamos a la oficina central, era realmente gigantezca, nunca imaginé algo así. Gracias a Dios no era muy lejos, solo era en el mismo estado donde nosotras estábamos y me parecía muy extraño.

Al estacionarnos y entrar, vimos carteles que mostraban donde dirigirnos hasta la oficina misma donde seleccionaban divas.

Estaba muy emocionada, ibamos Silvana y yo tratando de no parecer fanáticas desesperadas.

Justo nos detuvimos hasta un pasillo que según un cartel pegado en la pared de color verde decía en él: "Oficina Central (apuntándo dentro del pasillo) la 2da puerta". Fuimos a la segunda puerta y en la puerta estaba pegado otro cartel que decía "Oficina Central. Pase", entramos y vimos a muchas chicas de nuestra edad más o menos, por cierto tenemos 21 años las dos, aunque ella cumplirá 22 este año y yo ya los cumplí. Al parecer este lugar no era la oficina misma, sino un tipo de sala de espera, una mesita en el centro y sofás en los costados. Silvana se sentó en un sofá vacío mientras yo me quedé parada a su lado, digamosle que estaba muy cerca de la puerta, si alguien la abre me verán directo apenas la abran.

Una puerta se abrió y no era la que estaba a mi lado, por la cual entramos me refiero. Era otra puerta que estaba justo en mi frente, apenas pude ver que era verde por dentro, una mujer salió acompañada de una jovencita que parecía tener 18 años, esa muchacha salió cabizbaja, lucía triste, al parecer no la aceptaron, pobre!

La mujer que la acompañó asomó su cuerpo por esa puerta en la que salió y llamó: N· 11, pase por favor. Es su turno.

Silvana y yo nos miramos de repente, como si nos leyeramos la mente instantaneamente. Ella se acercó a la chica que estaba sentada a su lado.

S: Disculpa, como es eso que nos llaman por número? - preguntó amablemente

- Bueno, debes tomar un número de ficha que esta alla mismo - apuntó con el dedo hacia esa mesita que estaba en el centro, un jarrón de flores estaba en el centro de esa mesita y ahora que vi bien estaba una ficha donde quitas números como en un hospital o algo así.

Silvana se levantó y rápido quitó de esa ficha dos números y me dió una a mi. Era la 18, miré el de ella y era el 17.

M: Oye, por qué me das el 18 y tú te quedas con el 17? - le pregunté fastidiada.

S: Lo merezco por ir a recogerlo, no? - dijo campante - Es más, hasta arriesgué mi asiento. Es lo que merezco, no? - hizo gestos con sus brazos, hasta me pareció graciosos - Sí, lo merezco - se responde ella misma.

M: Esta bien, pesada - respondí sacandole la lengua.

Han pasado cuarenta minutos esperando hasta que llaman a Silvana.

- N· 17, es su turno. Adelante.

Silvana se levanta entusiasmada, me entrega su cartera y me siento en su asiento. El lugar ya estaba casi vacio, solo quedabamos cinco chicas dentro de la sala contando conmigo.

Pasaron como quince minutos y sale Silvana de esa otra sala. Me levanto a ella.

M: Como te fue? - le pregunto animadísima.

S: Vi a Seth, casi me desmayo. Ahh, me dijeron que te lo dirán a tí luego porque les comenté que venía con una amiga.

- N· 18. Adelante, es su turno.

S: Suerte! - me grita antes de que entrara.

Entrando allí confirmé que era verde dentro. Y Silvana tenía razón, estaba Seth allí sentado junto al gran Triple H y la misma Stephanie McMahon.

Steph: Sientate! Cristy, ya te puedes retirar - esa mujer al parecer era su secretaria y se llamaba Cristy, y definitivamente esa mujer habia desaparecido.

Divas GuerrerasWhere stories live. Discover now