Amar a Morir. - HYUNGWONHO. (2WON)

finalizar

Hyungwon se removía en el asiento de copiloto con miedo sin dejar de mirar atrás.

Mi cuerpo tenso aún controlaba el volante y la velocidad del auto no la reducí en ningún momento.

A lo lejos divisé las afueras del pueblo y la carretera rodeada de únicamente sembríos sin ningún tipo de salida.

Giré el auto de forma brusca hacía uno de los sembradíos y retomé otra carretera aún más silenciosa y vacía que la anterior.

Mi vista se dirigió hacía atrás y pude ver que mi objetivo se cumplió, nadie nos seguía.

Hyungwon suspiro aliviado y reduje la velocidad.

— Los perdimos...

— No podemos confiarnos Woonie, recuerda de quien escapamos.-lo observé asentir despacio y mi mano derecha se fue a su cabello donde acaricié.— Estoy tan feliz de que hayas chocado mi auto. De no haber sido así, jamás habría conocido al amor de mi vida.
Eres mi todo, amor. Te prometo que moriré junto a ti.

Hyungwon me mostró otra de sus sonrisas preciosas y agradecí a la vida por haberme dado a mi angel.

Mi vista nuevamente se fue al frente al subir por una pequeña colina.
Y mi expresión cambio al ver a esos hijos de perra frente a nosotros bloqueandonos el camino.

— Seokkie...

— Tranquilo... no pasa nada, tranquilo amor.

No dude en ir de reversa lejos de esos tipos armados, sin embargo una camioneta policíaca venía acercándose a nosotros y también nos bloqueó el camino.

Estaba jodido.

Kim caminó hacía nuestro auto pero se detuvo a unos metros.

— Baja de esa camioneta ahora mismo Hyungwon.
Tienes 3 segundos.

Hyungwon me miró asustado y negué.

— No... No.

— ¡Baja ahora de ahí Hyungwon! ¡Te estoy ordenando!

Los hombres armados cargaron sus armas y apuntaron a nosotros.

— ¡1!

Hyungwon tomó mi mano y entrelazó nuestros dedos.

— ¡2!

Nuestras lágrimas no tardaron en salir, junté nuestras frentes y luego dejé un pequeño beso en la suya.

Nuestros ojos conectaron y fue suficiente para saber lo que ambos queríamos.

— ¡3!

— Te amo mi amor, gracias por llegar a mi vida.

Pise el acelerador sin más y avanzamos cada vez más cerca de ellos.

— ¡Hyungwon!

Los sonidos de los disparos comenzaron a aturdirme cuando rompieron los vidrios del parabrisas, al mismo tiempo que las balas perforaban nuestro cuerpo.
El cuerpo de mi angel se tendió primero en mi hombro y escuché su último suspiro de vida.

El mío llegó segundos después, la última lágrima recorrió mi mejilla y fue entonces cuando mis ojos se cerraron en el sueño profundo.

Nuestras manos permanecían unidas luego de haber perdido la vida, nuestros cuerpos ensangrentados y juntos marcaban lo que fue nuestra historia.

Un amor prohibido que nos llevó a pecar, que nos llevó a ser felices, y que nos llevó a la muerte.

Un amor que sabía desde el inicio que sería el primero y el único.

Porque Hyungwon fue el amor de mi vida, y las promesas de morir por él. Ahora están cumplidas.

Fin.