Más que una noche. (Libro#1)

34.Tic Tac el tiempo se está acabando.

Mason◇

—Toma.— Eva me dio unos papeles.

—¿Qué es esto?— se sentó en la cama.

—Debes hacer que Maya firme esos papeles, eso es lo único que debes hacer si quieres estar con tu hija.— masajeaba sus pies con crema.

—¿Cuánto tiempo tendré para hacer esto?— abrí los papeles para revisarlos.

—Tienes hasta mañana.— se levantó de la cama.

—Es muy poco tiempo.— la miré.

—Te he dado tres meses para que lo hagas, no es mi culpa que te hayas enamorado y que a última hora no quieras cumplir.

—No es justo y lo sabes.— la señalé con un dedo.

—La vida es así cariño, es injusta cuando se lo propone.

—Ya sabes cariño, ni un día más, ni un día menos.

No quiero hacerle esto a Maya,  es mi hija, no quiero que la aleje de mí, he buscado la manera de impedir que Eva se lleve a la niña, pero ella es su madre y tiene datos sobre mí que pueden perjudicarme, un juez le daría la custodia completa de mi hija, es por eso que prefiero aunque me duela, darle todo lo que me está pidiendo, sin poner resistencia alguna.

(...)

—¿Qué tanto piensas?— preguntó Jackson mientras leía unos contratos frente a mí.

—En que soy un hijo de puta.— dejé caer sobre el escritorio el bolígrafo que estaba en mis manos.

— Sé que estás así por lo de Maya, te digo algo, puedes buscar la manera de divorciarte de Eva sin necesidad de cumplir sus chantajes, hoy en día hay muchas alternativas las cuales un buen abogado te podría informar.

—Hay algo que tú todavía no has entendido, esas cosas que me acabas de decir las sé más que nadie en este mundo, el problema está en que Eva tiene el conocimiento y las pruebas de un delito que cometí hace 3 años, si eso sale a la luz lo pierdo todo, me quedo en la calle, en la cárcel y sin mi hija.— lo miré frustrado.

—¿De qué tipo de delito estamos hablando?— puso toda su atención en mí.

—Hace 3 años dejé a un ex socio en la calle, prácticamente en la calle por así decirlo, él murió y su familia se quedó sin nada porque yo se lo robé.— miré hacia el ventanal de mi oficina.

—¿Por qué hiciste eso?

—Porque era un miserable, no me importaba el dolor ajeno, yo quería tener dinero, que mejor manera que robándole a mi socio.— pasé las manos por mi cabeza.

—No puedo creer lo que estoy escuchando.— negó con la cabeza.

—Eso es algo que hasta el día de hoy me he estado arrepintiendo, he intentado darle lo que le robé a esa familia, pero si hago eso se darán cuenta, iré a la cárcel de todas formas.

— ¿Sabes que pruebas son las que tiene Eva?

—El documento que falsifiqué donde le quitaba todo.— dejé caer mi cuerpo hacia atrás.

—Tenemos que buscarlo, si tienes eso en tus manos no habrá forma de que ella te joda.

—Lo he buscado por cielo y tierra, no he encontrado nada, no sé donde lo tiene, no sé nada.  

—Piensa las cosas bien, una vez que hagas lo que Eva pide, debes saber que perderás a Maya para siempre.— cerré los ojos del coraje.

En todo el día no pude concentrarme en la oficina, pensaba en como iba a obtener la firma de Maya, para que todo su dinero pase a nombre de Eva, me duele saber que perderé su confianza, su amor, pero lo peor de todo esto es que ganaré su odio y desprecio.