Donde en la antigüedad Yoongi amaba a JiMin aunque se negara a aceptarlo, después de perderlo y reencarnar años después decide buscarlo pero la vida tiene sorpresas.
*Disculpen la fea portada :c*
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Los paseos por los jardines reales era un privilegio que tenía Jeon Jungkook gracias a el príncipe Min.
-¿Desea algo mi señor?- pregunto su dama de compañía, una beta aún joven.
-Honestamente no, solo disfruto pasear por aqui- miro la naturaleza a su alrededor, nadie tenía unos jardines tan bellos como los del palacio. -¿El príncipe aún nos sigue?- pregunto. El sabia que era vigilado por Yoongi, pero había mantenido en secreto para no incomodar al otro, además que estaba un poco flechado por él.
-Si, mi señor, como cada tarde- eso sonrojo al omega.
-¿Crees que pida mi mano en matrimonio? Se que debe casarse pronto- aquello le hacia ilusión.
-Señor, si me permite- ambos detuvieron su paso, Jungkook le insito a seguir hablando. -Dicen otras damas que ha sido comprometido con alguien más - aquello hizo decaer su semblante.
-¿Ah si?- quiso parecer desinteresado.
-Pero no dudo que su majestad lo tome como su segundo esposo- eso era algo bueno de igual manera.
-Estoy esperando por ello- y con una nueva sonrisa en el rostro termino su paseo dispuesto a regresar a su hogar, todo bajo la atenta mirada del príncipe Min.
...
Los jardines del palacio eran demasiado tranquilos para alguien como él.
¿Donde estaba la acción en ese lugar?
-JiMin ¿Por qué no tomaste un baño?- le reprendió su padre, pues tenía una par de manchas de polvo sobre su rostro resultado de su mañana de entrenamiento. -¿Acaso se te olvida que te presentaras delante del rey y de tu futuro esposo?- le recordó.
-Lo lamento, no estoy acostumbrado a tomar un baño inmediatamente después de entrenar- se disculpó con su padre, esa no era su rutina.
Dejando pasar aquel detalle ambos ahora se encontraban frente a las puerta donde el rey se mantenía.
-El general Park Chanyeol y el guerrero Park JiMin- fueron anunciados para segundos después entrar por las puertas previamente abiertas y hacer una reverencia ante el rey.
-Su majestad- dijeron ambos con su mirada en el suelo. Con una señal ambos pudieron ponerse de pie observando al rey y al príncipe a un costado de este.
—Pareces un joven muy saludable JiMin— hablo el rey.
—Un guerrero debe mantenerse en forma para poder defender al reino y a su majestad— su mirada se mantuvo hacia el suelo.
—Tienes la razón, es por ello que les doy la bendición para que el Príncipe Min Yoongi y tu, Park JiMin contraigan matrimonio antes del próximo celo del príncipe heredero— era una orden, ni siquiera pregunto que pensaban, ya era un hecho.
Un hecho que JiMin quizás se hubiera negado si no hubiera visto al príncipe, ¿Como es que nunca lo noto? Era muy apuesto, algo que quizás el no merecía pero ahora deseaba.
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