04; Promesas

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La noche en casa de Minho había sido diferente, diferente de buena manera, Bang Chan jamás se había sentido tan cómodo como en ese lugar, a pesar de que se sentía extrañado por haber sido invitado a dormir ahí, no pudo evitar estar feliz porque por fin tendría un lugar cómodo en el cual dormir.

Después de todo no había sido mala idea correr en rescate de aquel extraño chico.

Durante la mañana siguiente, el primero en despertar fue Chan, quien sintió que ya se había quedado de más en aquella casa, a pesar de que el día a penas comenzaba. Fue el quien salió de aquella habitación y entró en la de Minho, pensando en despedirse antes de salir de aquel lugar.

No quería causar molestias, por si los padres de Minho llegaban de un momento a otro, o algún empleado de la casa lo encontraba ahí. Probablemente pensarían que era alguna clase de ladrón que había entrado por el patio trasero, lo que menos deseaba era que Minho fuera regañado por sus padres, así que decidió que lo mejor era abandonar aquel lugar.

Tras entrar en la habitación de Minho, descubrió a su Hyung aún durmiendo, sonrió dulcemente. La imagen que tenía frente a él era demasiado adorable, su mayor, su Hyung, se encontraba abrazado a una de sus almohadas, mientras su cabeza reposaba sobre esa misma y su boca estaba levemente abierta, un pequeño hilo de baba bajaba por la comisura de sus labios, sus facciones eran relajantes y él se encontraba profundamente dormido.

La sábana con la que se cubría estaba hasta sus pies, dejando su cuerpo expuesto ante la mirada del menor, Chan se dio cuenta de que el cuerpo de su Hyung era realmente delgado, tanto sus brazos como su cintura, y a pesar de que tenía unas largas piernas bien tonificadas, estas estaban bien depiladas, su piel era lo suficientemente blanca y podía imaginar que era demasiado suave.

Vió a Minho removerse en la cama, se acercó hasta estar en uno de los lados y tomó la sábana del mayor para poder taparlo.

Acomodó aquella sábana de modo que los hombros de su mayor también estuvieran tapados, el castaño se removió una vez más, porque comenzaba a sentir a alguien merodeando por su alrededor.

Chan sonrió al ver como su Hyung hacía un tierno gesto, frunciendo la nariz en modo de molestia por comenzar a molestarse.

Se veía demasiado adorable ante los ojos de Chan, su mayor era demasiado atractivo, lo sabía porque así era, a pesar de que fuera ciego, el encanto de Minho parecía intacto, eso era algo que sus amigos y ex pareja no supieron comprender.

Ahora solamente Bang Chan podía ver lo realmente atractivo que era Minho, desde sus cejas hasta sus labios, y ese bonito lunar que descansaba en su nariz.

Sus brazos y piernas, tan delgado que podía presentir que en cualquier momento se rompería.

Se perdió de más en sus pensamientos, pues cuando se volvió a concentrar en el rostro del mayor, se encontró con unos ojos grisáceos mirándolo. Chan no emitió ningún sonido, simplemente se quedó quieto sin saber que decir.

ㅡ ¿Chan? ㅡMinho habló, ya que no obtuvo respuesta alguna del menor, alzó lentamente su mano, tratando de tocar al chico que se encontraba sentado a su lado.

Su mano alcanzó a tocar la playera del menor, Chan pareció volver a la vida cuando sintió el tacto del mayor, suspiró y sonrió a pesar de que Minho no podía ver la gran sonrisa que tenía en esos momentos.

ㅡ Soy yo Minho Hyung ㅡrespondió, haciendo que Minho se sobresaltara por escuchar su vozㅡ, quería ver si estabas dormido todavía, no quería irme sin despedirme.

ㅡ ¿Irte? ㅡpreguntó el mayor, se incorporó de manera rápida en la cama, viendo hacía el menor, quien por alguna razón había agarrado su mano, la cual segundos antes había tocado su playera.

- ̗̀ ❲𝗬𝗼𝘂𝗿 𝗲𝘆𝗲𝘀 𝘁𝗲𝗹𝗹 ੭ 「𝖺𝖽𝖺𝗉」Where stories live. Discover now