Levanto la vista, pero no me miro a los ojos, su vista estaba en mis labios, no me importo en realidad, sus mejillas estaban rojas al igual que la punta de su nariz por estar llorando.

— ¿No me odias? —Fue un murmuro que si no estuviera a unos centimetros de ella no hubiera oido.

— Mirame.

Suavemente levante su rostro, sus ojos conectaron con los mios y pude sentir tantas cosas que mis ojos se cristalizaron. Sonrei limpiando las lagrimas de sus mejillas con mis pulgares, presione mis labios sobre su boca nuevamente, y nada se sentía mas perfecto.

— Claro que no te odio Sheila.

— Gracias.

Sus brazos rodearon mi cuerpo y yo correspondi al abrazo lo mas rapido que pude.

— No me tienes que agradecer. —Pase mis dedos por su cabello acariciandolo lentamente, a partir de hoy las fresas seran mi fruta favorita.

— Vamos, ya esta al amanecer.

Me puse de pie estirando mi mano hacia ella, la agarro un poco dudosa pero se levanto con mi ayuda, y me dio una sonrisa sincera. Nos dirigimos a un sofa serca de la piscina para mirar el amanecer, ninguna de las dos dijo ni una palabra, pero era el ambiente perfecto.

Me sente en el lado derecho y ella justo al lado, apoye mi cabeza en su hombro y solto una risita nerviosa. No tengo ni idea que nos espera en un futuro, pero justo ahora, se que a partir de hoy todo sera diferente.

— Sobre el beso de hace un rato. —Hablo tan bajo que casi no la escuche, me incorpore mirando su perfil, tenia la vista fija en el cielo que estaba adoptando unas tonalidades naranjas, la punta de su nariz seguia rosada por llorar.

— ¿No te gusto? —Pregunte un poco desepcionada, no la bese por un impulso, lo hice porque queria y ella me dio el empujon que me faltaba.

— No, no. —Enseguida se giro hacia mi sacudiendo sus manos.— Es solo que, no lo esperaba.

— No fue un impulso, yo queria hacerlo si es lo que te preguntas.

Esta vez yo fui la que aparto la vista, mirando el cielo, ya podia ver los primero rayos del sol. Senti su suspiro, unos segundos mas tarde sus labios estaban presionados en mi mejilla, y tan rapido como se acerco se separo.

Gire mi cuello como la niña del exorcista, nuestras miradas conectaron, sonrei y ella hizo lo mismo.

Volvi a apoyarme en su hombro mirando el cielo, ella llevo timidamente su mano a mi muslo y la dejo ahi.

No hablamos mas, pero no hacia falta. Con una sonrisa en los labios pensado que a partir de hoy todo seria diferente me quede dormida sin darme cuenta.

— ¿Las dejamos dormir? ¿O las despertamos? —Abri los ojos lentamente al oir esa voz que se volvio familiar en solos dos meses.

— Estan durmiendo ahi por lo que hicimos en el baño, creo. —Esta vez fue la voz del rubio.

No se como llegamos a esta posicion sin caernos del pequeño sofa, pero estoy acostada con Sheila casi sobre mi. La luz del sol quema mis ojos y tengo que parpadear varias veces para poder enfocar a los dos chicos que nos miran entre diversion y asombro.

— Buenos dias.

Carol mostro su habitual entusiasmo, arquie las cejas en su direccion, sus mejillas se sonrojaron por primera vez desde que la conozco y aparto la vista.

Comence a reir lo que provoco que Sheila se despertara, tenia una marca en su mejilla, se froto los ojos y miro hacia los chicos a nuestro lado sus mejillas tambien se tornaron rojas y aparto la vista. Yo por otra parte veia divertida la situacion.

— Buenos dias. —Murmuro Sheila poniendose de pie, gesto que yo imite.

— Se enfria el desayuno, esta en la habitacion. —El rubio nos miro, sus ojos se posaron en Sheila y esta asintio levemente con la cabeza.

— ¿Ya ustedes comieron? -Dije sintiendo mi estomago rugir.

— Hace un rato, son casi las diez. La chica de la limpieza nos dijo que teniamos que salir de la habitacion a las doce. Ya nosotros recogimos nuestras cosas.—Asenti viendo la marca en su cuello, ella noto mi vista y movio su cabeza haciendo que mechones de su cabello la cubrieran.

— ¿Podemos olvidarnos de lo que paso anoche? —Kenny parecia algo divertido al respecto, una faseta de el que nunca habia visto. Supongo que la confianza del grupo se elevo despues de este viaje.

— Por mi bien. —Dije con una pequeña risita que me hizo resivir un golpe por parte de Carol.

— Dale vallan a desayunar y recoger sus cosas.

Nos empujo dentro de el hotel. Una vez en el ascensor me enfoque en ver los ojos de la chica a mi lado, son verdes, pero se pueden llegar a apreciar algunas motitas grises si miras con atencion, su mirada conecto con la mia y bajo a mis labios.

Di un paso hacia ella, tampoco quiero espantarla. Ella dio un paso hacia mi y llevo sus manos al borde de mi pijama, tiro suavemente de mi presionando sus labios en los mios, mis manos fueron a sus mejillas y nos besamos esta que el sonidito del elevador nos hizo separarnos.

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She is my Girlfriend ©Where stories live. Discover now