10. Alguien Para Ti

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El sol se ocultaba sobre el horizonte con cielos oscuros reemplazando lentamente los pocos rayos del sol anaranjados que advierten el final del carnaval, dando paso a la llegada de una luna menos aterradora y reiniciando una cuenta regresiva invisible para el siguiente en los años venideros.

Romani: ¡Romani lo logró!

Link: Nada mal. Lo hiciste muy bien.

No había notado lo mucho que Romani creció; el año pasado me llegaba al pecho y ahora hasta la barbilla. Ha dado todo un estirón. Me pregunto si llegara a alcanzarme o incluso superarme en altura igual a Cremia quién me supera por dos pulgadas.

Romani: ¡Oh, Link! -me llamó- Romani quiere irse a casa. Está aburrida de tanto jugar.

Link: ¿Segura? ¿No prefieres quedarte hasta la víspera del carnaval? -le pregunté con cierta sorpresa-

Romani: Hmm... -giró hacía la Torre del Reloj antes de volverse- No. Romani quiere volver a casa ¡Ha estás horas se pone oscuro, le da miedo!

A decir verdad preferiría quedarme para conocer por primera vez la víspera del carnaval en lo alto de la torre. Si acompañar a casa a ambas para que estén a salvo significa perderme la víspera, entonces no me importaría hacerlo.

Link: Primero busquemos a tu hermana para ver si esta de acuerdo. No podemos irnos sin ella. -le dije señalando la posada, pues ahí la vimos por última vez-

Una vez dicho eso fuímos hasta allí. Fue una caminata muy corta, apenas unos segundos. Mas fuímos tomados por sopresa cuando la puerta se abrió derrepente por nadie más que Cremia. Esto hubiese sido algo normal, de no ser por su expresión; parecía estar con el ceño fruncido. Yo conocía esa mirada. Seguro se topo con la madre de Anju o Madame Aroma.

Cremia: ¿Qué hacen ustedes dos aqui? -pregunto, confirmando mis sospechas por su tono de voz molesta-

Link: ¿Está todo bien, Cremia? -le dije calmado, quizá para aliviar un poco su enfado-

Respiró hondo para hacerlo.

Cremia: Lo siento... Sólo estoy cansada. Eso es todo. --Su tono anteriormente molesta ahora parecía triste-

Romani: ¿Qué sucede, hermana? -claramente estaba preocupada, incluso se acercó para hacerle compañía-

No sé que habrá sucedido ahí adentro. Lamento no haber estado a su lado para ayudarla, saber que puede contar conmigo.

Cremia: Todo está bien, hermana. No hay porqué preocuparse. -le dijo procediendo a abrazarla-

Noté a Cremia volverse a mi y sonreirme, gesto el cuál devolví. Romani se dio cuenta y no se quedo atrás, enseñando los dientes.

Cremia: Oye, Link -me llamó- ¿Quieres acompañarme al Bar Lácteo?

Link: Suena bien -acepte

Romani: ¡¿Romani puede ir también?! -exclamó emocionada-

Cremia: ¡No Romani! Tienes totalmente prohibido siquiera acercarte ahí. Te lo he dicho tantas veces... -la regaño-

Romani: Aww... ¡Pero le dijiste a Romani que ya es una adulta! -empezó un berrinche inflando sus mejillas, provocando un puchero-.

Intente aguantar un poco la risa ante sus gestos, resultaba hilarante ver a Cremia regañarla igual a una madre mientras Romani actúa así.

Cremia: Pues con esa actitud no lo pareces. -dijo por fín cruzando los brazos-

Romani: ¡Malvada! ¿Y qué hará Romani entonces? ¡No la dejes sola! -le dijo en voz alta muy disgustada-

Fue entonces que Cremia, seguramente esperando una solución más sencilla, volvió en mi para decirme:

Conflicto Interno - The Legend of ZeldaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora